Cuatro horas y 56 minutos. Eso es lo que ha durado exactamente el vuelo supersónico más rápido que se ha registrado hasta entonces de Nueva York a Londres. Normalmente, se suelen tardar en torno a seis horas y media, pero este fin de semana el avión Boeing 747 de British Airways fue más veloz que nunca al desplazarse a favor de los vientos que ha propiciado la borrasca Ciara. No solo está siendo noticia por los destrozos que está causando en Reino Unido, sino que, además, se ha encargado de agilizar los vuelos que pasen en su camino. Te contamos cómo ha sucedido exactamente.
La borrasca Ciara no solo ha dejado intensas ráfagas de viento a más de 200 km/h en superficie, lo que ha suscitado una situación costera alterada muy adversa en los litorales de Reino Unido. Además, esta baja ha inyectado una fuerte corriente en chorro del oeste a una altitud de unos 10.000 metros, altura a la que suelen llegar los aviones.
Así lo explicó la página web que muestra información en tiempo real sobre el tráfico aéreo mundial, Flightradar24 en su cuenta de Twitter. "Gracias una corriente en chorro polar fuerte y bien posicionada, ha conseguido finalizar el vuelo 17 minutos más rápido que el récord anterior registrado". En realidad, las ráfagas superaban los 400 km/h sobre el Atlántico Norte en el seno del chorro polar, lo que hizo que el avión alcanzara hasta los 1.300 km/h durante una parte de su trayectoria, según explica el Huffington Post.
Este avión contó con la suerte de volar a favor de las ráfagas, pero no todos han seguido la misma línea. Diversos vídeos en redes sociales han demostrado los aterrizajes imposibles de numerosos aviones que tenían que lidiar con las ráfagas de más de 200 km/h que afectan todavía a las Islas Británicas. De hecho, ante la imposibilidad de realizar las maniobras con seguridad por los fenómenos tan adversos, muchas compañías se han visto obligadas a cancelar sus vuelos. Virgin Atlantic, por ejemplo, realizó una lista de los vuelos que se han visto y se verán afectados en las próximas horas.
Se espera que la borrasca Ciara siga afectando a otras zonas del norte de Europa, entre ellas Francia o Bélgica, donde ya deja una mar combinada bastante adversa en los litorales. Los modelos estiman que la baja se está desplazando rápidamente hacia el norte escandinavo, aunque eso sí, el tiempo inestable seguirá por lo menos hasta el jueves.