Venimos de unos días muy complicados por las múltiples inundaciones que se han producido en la Península fruto del paso de la DANA (depresión aislada en altura). Hemos visto desbordarse el río Segura y el Clariano, y hemos presenciado cómo los servicios de emergencias luchaban contra el temporal –cuando aún persistía– para rescatar a aquellos que quedaron atrapados, aunque por desgracia el balance deja seis muertos. Sin duda el sudeste peninsular ha sufrido los efectos de la 'gota fría' más que ningún otro punto de España, con más de 300 litros/m(2) acumulados que han anegado prácticamente municipios enteros.
El episodio de lluvias torrenciales ha resultado catastrófico. El color ocre cubre las fachadas y el interior de las casas de los afectados después de que las lluvias y los cauces desbordados crearan mares de lodo a lo largo y ancho de Almoradí, Lorca, La Manga, Orihuela y un largo etcétera de localidades de Murcia, Almería, Alicante o Valencia que se recuperan ahora de la DANA.
Según un análisis realizado por el meteorólogo César Rodríguez Ballesteros con datos provisionales, entre los días 10 y 15 de septiembre las precipitaciones más cuantiosas se habrían dado en Murcia, Alicante y Valencia, donde se han superado los 300 litros/m(2). El miércoles y jueves fueron los días más duros del temporal, lloviendo sobre mojado cuando las labores de rescate ya se hacían necesarias y su persistencia agravaba el peligro para las personas.
El aviso rojo estuvo activo en estas regiones, pero toda prevención resultó inútil ante la intensidad de las lluvias torrenciales que dejaban en una hora casi 300 litros/m(2) por ejemplo en Ontinyent (Valencia), el más castigado. Allí se batía precisamente un récord de precipitación en 24 horas desde que se tienen registros.
San Javier (Murcia) parecía arrasado por un tsunami tras el paso de la DANA. Allí se acumularon, se calcula, unos 330 litros/m(2) o más entre el miércoles y el jueves. En Orihuela (Alicante) ocurría algo similar, incluso dejando imágenes de cascadas que descendían de la sierra o de multitud de coches aparcados que el agua se tragaba al paso de la riada que anegaba carreteras.
Para encontrar datos tan llamativos como los que ha dejado esta 'gota fría' en la Vega Baja del Segura tenemos que retroceder unos 140 años, hasta 1879, al episodio conocido como 'riada de Santa Teresa', cuando hubo más de mil muertos a causa de las precipitaciones, más cuantiosas que las que acabamos de dejar atrás. También en noviembre de 1987 se dieron lluvias muy significativas que acapararon los titulares, pero todo apunta a que estos días (del 10 al 15 de septiembre de 2019) se ha superado en adversidad aquel temporal.
En principio, según los datos provisionales que facilita a través de su blog Rodríguez Ballesteros, sabemos que en al menos 12 municipios se han superado los 200 litros/m(2) de agua entre el martes y el domingo de la pasada semana. En tres de ellos han caído más de 300 litros/m(2) –Ontinyent, San Javier y Orihuela–, y Torre Pachecho (Murcia) casi alcanzó esta cantidad.
*Imagen: Mapa y tabla de acumulación de precipitación entre los días 10 y 15 de septiembre / @crballesteros
Así, concretamos que las provincias donde más precipitación se ha recogido, provocada por la DANA, han sido Valencia, Murcia, Alicante y Baleares, aunque la cifra también es destacable en Almansa (Albacete), donde han caído en torno a 174 litros/m(2), Coín (Málaga), con alrededor de 132 l/m(2), Alto Campoo (Cantabria), con unos 129 l/m(2) o Vélez Blanco-Topares (Almería), donde han caído 126 l/m(2.)
A su llegada al interior peninsular camino al noroeste, la DANA ha descargado en pocas horas suficiente precipitación en Arganda Del Rey para que sus fiestas patronales tuvieran que ser suspendidas por las inundaciones el fin de semana. Esta ha sido sin duda la localidad madrileña más afectada, aunque las lluvias fueron noticia también en Nuevo Baztán, Villar del Olmo, Velilla de San Antonio, Campo Real y Daganzo.
Las depresiones aisladas se gestan de vez en cuando y frecuentemente se dejan notar en el Mediterráneo. Sin embargo, no acostumbran a hacer acto de presencia hasta más entrado el otoño. Nos encontramos todavía en la recta final del verano y la temperatura de la superficie del mar, a unos 27ºC justo antes de llegar allí la DANA, ha resultado determinante en la intensidad de las lluvias. La Fundación CEAM ha informado de la ligera bajada del termómetro en el Mar Mediterráneo, que ha perdido unos grados con el paso de frío en altura.