La borrasca Ciarán continúa azotando con fortísimas rachas de viento e intensísimas lluvias al oeste de Europa. Provocando numerosos destrozos y daños materiales, su devastador paso también ha resultado trágico, con una decena de muertos, uno de ellos en España, y concretamente en Madrid, donde la caída de un árbol acabó fatalmente con la vida de una joven de solo 23 años que en ese momento caminaba junto a sus padres.
La catastrófica borrasca, que ha dejado a más de un millón de hogares sin luz y cientos de miles sin red de telefonía móvil en Europa Occidental, también ha asolado a la vecina Francia, donde se ha cobrado dos víctimas, una de ellas un camionero que chocó contra otro árbol caído.
Con los bomberos empleándose a fondo, resultando varios de ellos heridos en el proceso, miles de personas han tenido que ser evacuadas ante la inclemencia del temporal, que se ha cebado especialmente con la parte noroeste del país, como indicaba el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin.
Las zonas de Finisterre, Costas de Armor y Mancha. Allí, muchas carreteras han quedado “impracticables”, con “árboles arrancados, tejados dañados, y el transporte público muy afectado”, señalaba.
También en Alemania lamentan hoy la muerte de una mujer de 46 años que ha fallecido por la caída de un árbol mientras se encontraba de excursión junto a su marido y sus dos hijos en las montañas de Harz.
Mientras, en Italia han sido al menos tres personas las que han fallecido o en la región italiana de la Toscana (centro).
"Nunca antes habíamos registrado tanta lluvia en tan pocos minutos", señalaba la red social X, antes conocida como Twitter, el presidente de la Toscana, Eugenio Giani.
Según las previsiones de los servicios de Protección Civil italianos, la tormenta se desplazará desde el norte, en alerta roja, hacia el sur del país, que hasta ahora se encontraba en alerta amarilla y naranja, dependiendo del municipio.
Mientras, en Reino Unido la borrasca Ciarán ha provocado también el caos, provocando el cierre de multitud de escuelas y la cancelación de las clases en el sur de Inglaterra, paralizando los servicios de trenes en las zonas que se encuentran con un mayor riesgo de sufrir los estragos de la borrasca y forzando a la cancelación de numerosos vuelos.
La situación ha alcanzado tal magnitud que, de hecho, se ha pedido en la parte oeste que eviten las carreteras que transitan por áreas de costa. Zonas como Cornualles, muy afectadas, han visto como miles de personas se quedaban sin suministro eléctrico.
Entre tanto, en España también continúa el temporal, que ha dejado rachas de viento de hasta 168 kilómetros por hora en Galicia y otros puntos del norte peninsular.
Si bien poco a poco se irá disipando, el fin de semana se espera que llegue una nueva borrasca, bautizada como ‘Domingos’, que no dará tregua al buen tiempo.