La tercera ola de calor del verano está en marcha. Pero, antes, la borrasca Patricia nos trae un respiro con temperaturas mucho más fresquitas, que incluso serán inferiores a 10 ºC por la noche en muchas ciudades de España.
El viernes “será un día frío para la época del año en el norte de España, como también lo será la madrugada del sábado”, dice el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.
Este viernes será un día otoñal. Las temperaturas máximas no llegarán a 25 ºC en muchas zonas del norte y centro del país. En cambio, los vientos fríos de la borrasca Patricia pasarán por alto el suroeste peninsular, es decir, oeste de Andalucía y sur de Extremadura. Por allí se rondarán los 35 a 38 ºC por el día.
La noche del viernes al sábado “se bajará de 10 ºC en ciudades como Burgos, Soria, Palencia, León o Teruel, e incluso en localidades situadas en montañas se podrán rondar los 5 a 7 ºC”, señala el meteorólogo.
En otras partes de España, como son los valles de grandes ríos en Extremadura y Andalucía, y el sureste peninsular, serán la otra cara de la moneda. En Málaga y Almería, esta noche algunas regiones no han bajado de 25 ºC, en lo que se conoce como una noche tórrida. Aunque incluso por allí se notará un ligero descenso con respecto a las jornadas anteriores.
A partir del sábado “las temperaturas iniciarán una subida generalizada y el calor será intenso en buena parte de España. Es probable que estemos ante una nueva ola de calor, la tercera del verano, que podría prolongarse durante buena parte de la próxima semana”, ha indicado Del Campo.
Esto nos devolverá las noches con temperaturas elevadas que hemos vivido en semanas anteriores. Se espera que los termómetros no bajen de 20 o 22 ºC en prácticamente toda España la madrugada del miércoles.
En zonas de Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía las mínimas podrán rondar los 25 a 30 ºC, en lo que se conocen como noches tórridas o infernales.
El calor durante muchas noches seguidas produce un estrés térmico prolongado, lo cual supone cortocircuito en el ciclo natural del sueño. Para entrar en la fase de sueño profundo, el cuerpo necesita bajar el pulso, pero si hace demasiado calor no puede hacerlo porque está trabajando para regular su temperatura.
Un estudio reciente estima que la mortalidad se eleva un 16 % en España a medida que aumentan las noches tórridas. Su impacto sobre la salud respiratoria y cardiovascular en el sur de Europa va en aumento y amenaza especialmente en nuestro país a Andalucía, Ceuta y Melilla, así como la costa mediterránea.
Los colectivos más vulnerables son las personas mayores, así como aquellas con enfermedades crónicas, quienes trabajan expuestos a altas temperaturas, mujeres embarazadas, menores de edad y colectivos frágiles desde el punto de vista socioeconómico.
La principal precaución recomendada en el hogar es cerrar las persianas y bajar los toldos en las fachadas expuestas al sol, además de situarse en las zonas más frescas de la casa. Además, se insta a la población a beber agua con frecuencia, evitar el consumo de alcohol y las bebidas con mucha cafeína, y sustituir las comidas copiosas y calientes por platos fríos, frutas y verduras frescas.