El calor en julio es normal, pero esta última semana ha sido extremadamente calurosa incluso para la canícula. Pero desde el viernes, la llegada puntual de vientos atlánticos más frescos causará un cambio radical de tiempo en España. La semana que viene continuará esta tendencia, por lo que nos espera un “tobogán térmico”.
Este viernes tendremos lluvias (aunque serán poca cosa) en zonas del norte, y por la tarde se formarán tormentas en entornos montañosos, que podrán ser fuertes en Pirineos. El sábado esas tormentas se extenderán a puntos de Cataluña y Comunidad Valenciana, más probables en áreas de interior que en costas. Todo ello, con un descenso térmico.
Pero el descenso durará poco. El sábado, las temperaturas subirán ligeramente en zonas del norte, y el domingo (jornada electoral 23J) el ascenso se generalizará y volveremos a superar los 37 ºC en Logroño o Zaragoza, los 40 ºC en ciudades del sur como Sevilla, Córdoba, Granada y Ciudad Real, y hará unos 37 ºC en Madrid o Toledo.
El lunes será un día similar al domingo, pero el martes tendremos un alivio térmico que se notará sobre todo por el noroeste peninsular. En partes de Galicia, las comunidades del Cantábrico o León hará en torno a 20 ºC, y en Ávila o Navarra unos 23 ºC. Pero ese día aún hará mucho calor en Valencia o Murcia, con unos 42 ºC.
El miércoles, en cambio, el descenso llegará al Mediterráneo. Solo se llegará a 35 ºC ese día en localidades aisladas de Jaén o Murcia, mientras que el resto de España tendrá temperaturas hasta 10 ºC más bajas de lo normal para finales de julio.
Por la noche, de igual manera, dormiremos con temperaturas más normales o incluso más bajas que el promedio en gran parte de España.
Aún no se sabe qué pasará después. En principio, las temperaturas subirían en el Mediterráneo y seguirían en torno a valores normales para estas fechas en el resto del país.