El verano de 2022 fue el periodo más cálido jamás registrado en Europa. Después de Italia, España fue el país con las temperaturas más extremas, y el que más muertes sufrió por este motivo. En Andalucía llegó a hacer 46 ºC en julio. Ahora, un nuevo estudio estima que casi 62.000 personas murieron por el calor récord.
"Estimamos que se produjeron 61.672 muertes relacionadas con el calor en Europa entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre de 2022", dicen los autores del informe. En la mayoría de los casos, las muertes no se debieron a un golpe de calor como tal, sino que el cuerpo de las víctimas se vio incapaz de hacer frente a problemas de salud preexistentes, como enfermedades cardíacas y pulmonares.
El verano de 2022 fue excepcional por las temperaturas extremas que se registraron, que batieron récords en muchos lugares de Europa, por las sequías devastadoras y por una temporada de incendios forestales sin precedentes, en términos de la cantidad de incendios observados, la extensión del área quemada, así como las altas emisiones atmosféricas relacionadas con el fuego.
El verano de 2022 fue una estación sin tregua en lo que respecta al calor, dicen los autores del estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que acaba de ser publicado en la revista Nature Medicine.
Los registros muestran que las temperaturas estuvieron por encima de la media durante todas las semanas del periodo estival. La mayor anomalía térmica se registró durante la canícula estival, de mediados de julio a mediados de agosto.
Esta coincidencia magnificó, según los investigadores, la mortalidad por calor, causando 38.881 muertes entre el 11 de julio y el 14 de agosto. Dentro de ese periodo de poco más de un mes se produjo una intensa ola de calor paneuropea, entre el 18 y el 24 de julio, a la que se atribuyen un total de 11.637 muertes.
La tasa de mortalidad relacionada con el calor fue un 63 % más alta en mujeres que en hombres. Y la edad también fue un factor importante, ya que el número de muertes aumentó significativamente para las personas de 65 años o más.
En términos absolutos el país con mayor número de muertes atribuibles al calor a lo largo de todo el verano de 2022 fue Italia, con un total de 18.010 muertes, seguido de España (11.324) y Alemania (8.173).
Hasta la fecha, el verano con mayores registros de mortalidad en Europa fue el del año 2003, en el que se registró un exceso de mortalidad de más de 70.000 muertes.
“El verano de 2003 fue un fenómeno excepcionalmente raro, incluso cuando se tiene en cuenta el calentamiento antropogénico observado hasta entonces. Esta naturaleza excepcional puso de manifiesto la falta de planes de prevención y la fragilidad de los sistemas de salud para hacer frente a emergencias relacionadas con el clima, algo que en cierta medida se trató de corregir en años posteriores”, explica en un comunicado el investigador Joan Ballester Claramunt.
“El hecho de que en el verano del 2022 muriesen más de 61.600 personas en Europa por calor pese a que, a diferencia de en 2003, muchos países ya contasen con planes de prevención activos, sugiere que las estrategias de adaptación de las que disponemos en la actualidad pueden ser todavía insuficientes”, sostiene Hicham Achebak, investigador del Inserm y de ISGlobal, y uno de los autores del estudio.
Según las previsiones para el futuro, el continente se enfrentará a un promedio de más de 68.000 muertes prematuras cada verano hacia 2030 y más de 94.000 hacia 2040.