Anomalía. Esta palabra se repite, cada vez más, cuando hablamos de fenómenos atmosféricos. Anómala ola de incendios en Europa el verano pasado; anómalos verano, otoño e invierno, por cálidos y secos; calor extremo y anómalo en abril; calentamiento anómalo del Atlántico Norte… La lista de “anomalías” meteorológicas es larga, y ahora se le añade una más: la borrasca Óscar.
Una potente borrasca típica del invierno en pleno junio, ya iniciado el verano meteorológico (que comenzó el día 1). Algo insólito. Y más, todavía, que el NHC (Centro Nacional de Huracanes) de EE.UU. la vigile muy de cerca por si pudiera convertirse en ciclón subtropical. ¿Un ciclón? ¿Tan cerca de España? ¿En junio? La probabilidad era baja, del 10%, pero ha estado ahí, no se podía descartar.
Que el NHC vigile una borrasca en esta zona (al oeste de la península) y en estas fechas “no tiene precedentes en una época cercana, pero tampoco lejana”, subraya José López Medina en su blog de meteorología “Cazatormentas”. “Lo excepcional es que, en junio, cuando el Atlántico está aun relativamente frío - sobre todo cerca de Azores, tan al norte- se haya formado una perturbación que tuviera al menos opciones de evolucionar a ciclón tropical”, explica a NIUS.
Se convierta en ciclón o no, Óscar nos está dejando ahora, en cuestión de días, toda la lluvia que no ha caído en meses. Además, ha llegado después de otras dos borrascas. Aunque esta es mucho más profunda y potente. “Es una borrasca de gran impacto y va a dejar más agua que las borrascas anteriores”, advierte José Antonio Maldonado, director de Meteorología de Meteored. “No es frecuente. A estas alturas del año, la atmósfera ya se suele estabilizar”, reconoce el veterano meteorólogo.
¿Por qué es anómala esta borrasca? Porque en estas fechas deberíamos estar ya con un tiempo anticiclónico, más cercano al verano que a la primavera. Pero Óscar nos ha traído lluvias, y además inéditas por su intensidad. Lo avisaban los meteorólogos desde hace días.
Y se ha cumplido. La lluvia caída en Madeira en las últimas horas ha batido récords. Son precipitaciones históricas en Portugal. Ha caído más agua en esa isla en 24 horas (más de 600 litros/m2) de lo que suele caer en España, de media, en un año.
Donde más se está notando es ahí, en Azores, Madeira y Canarias, pero Óscar descarga con fuerza, también, en la península. Y seguirá haciéndolo hasta el sábado, de forma abundante. Porque esta borrasca arrastra consigo un río de humedad.
“Independientemente de que consiga o no adquirir esos rasgos subtropicales, este sistema de baja presión transporta cantidades ingentes de humedad. En forma de lo que es bien conocido como río atmosférico de humedad tropical”, explica en su blog López Medina.
Un río atmosférico es una banda alargada de aire húmedo, concentrada en la atmósfera y desprendida desde el trópico. Los flujos de vientos húmedos y templados transportan grandes cantidades de vapor de agua, y agua en forma de nubes, desde zonas tropicales y subtropicales a latitudes medias, lo que se traduce en lluvias abundantes.
Pero no hablamos sólo de lluvia insólita para estas fechas, también de vientos muy fuertes. “Además de producir fuertes precipitaciones, Óscar produce rachas fuertes de viento, en Canarias han sido superiores a los 100 kms/hora”, explica Maldonado.
El NHC habla, directamente, de “vientos huracanados”. Y en este mapa se puede ver claramente la zona donde más ha impactado.
El mapa es del martes. Este miércoles, el NHC ya descartaba que Óscar pudiera convertirse en ciclón subtropical. Lo vemos en esta actualización para el Atlántico Norte, en la que el organismo estadounidense le da ya “nulas opciones” de convertirse en ciclón.
Que haya existido la mera posibilidad es lo que tiene desconcertados a los meteorólogos. Que apuntan alguna explicación para esto: el Atlántico Norte está registrando temperaturas inéditas, más altas que nunca desde que hay registros. Se lo contábamos hace poco.
Y lo destaca en su blog el meteorólogo de Meteored Francisco Martín. “Estas aguas, actualmente, tienen anomalías cálidas de temperaturas de entre 2 y 4º C por encima de lo normal, pocas veces alcanzadas en esta época del año, y tienden a favorecer el desarrollo ciclónico”.
Pero Óscar se está desplazando ahora más al noreste, sobre aguas más frías, que impedirán esa “transición subtropical”, el proceso meteorológico por el que “una borrasca extratropical sufre una transformación que le lleva a adquirir ciertas características más propias de los ciclones tropicales”, explica López Medina. “No se prevé desarrollo”, asegura ahora el NHC.
En cualquier caso, el físico y meteorólogo Juan Jesús González Alemán advierte que lo que está ocurriendo con Óscar no es normal. Y que no es más que una nueva señal de que el clima está cambiando. “Estamos asistiendo continuamente a fenómenos extremos de todos los ámbitos en un espacio de tiempo muy corto. El sistema climático no está actuando de forma normal”.