Europa se está secando. Concretamente, llevamos en sequía desde 2018, con los ríos más secos de todo el continente en España y los demás países mediterráneos, donde este verano podría ser más extremo incluso que el de 2022, que fue el más cálido registrado jamás, según un reciente informe de la Unión Europea. Esto es lo que podría pasar en los próximos meses.
Un invierno excepcionalmente seco y cálido ha dejado una situación crítica especialmente en el sur y oeste de Europa. En Francia, España y el norte de Italia, la sequía ya plantea preocupaciones sobre el suministro de agua para uso humano, agricultura y producción de energía de cara a los próximos meses.
La sequía está causando dolores de cabeza en Cataluña. El uso del agua se ha restringido en la agricultura y la industria desde noviembre y está prohibido usar agua potable para lavar coches o llenar piscinas en muchas regiones de la comunidad autónoma.
“Se han producido daños irreversibles en más de 3,5 millones de hectáreas de cultivo”, advierte la principal asociación de agricultores españoles COAG, dando la voz de alarma sobre una tendencia que dice se está observando en gran parte del país.
Y la cosa no pinta bien para los próximos meses. Abril no ha traído “lluvias mil”, al contrario. En los primeros 16 días del mes se han acumulado en toda España 5 litros por metro cuadrado, una cifra "extraordinariamente baja" para este periodo que representa "tan solo" el 15 por ciento de la media mensual, que son 63,5 litros/m2, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
"Con gran probabilidad este mes seguramente no alcancemos este promedio", ha pronosticado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, que no ve descartable que con las previsiones actuales el mes de abril de 2023 termine siendo "el más seco de la serie histórica, desde 1961".
Desde entonces, el récord lo ostenta el mes de abril de 1995, cuando se recogieron 23 litros por metro cuadrado.
“Desde el 1 de enero de 2023, la cantidad de lluvia ha sido de 101 l/m2, una cifra que se queda en la mitad del promedio normal, pero hay zonas del sur y del este de la Península que no llegan ni a la cuarta parte de lo normal”, comenta el portavoz de la Aemet.
“Si vamos todavía más atrás, desde el 1 de octubre, comienzo del año hidrológico, hablamos de 335 l/m2 hasta el 12 de abril, un 22 % menos del promedio normal, cifrado en 428 l/m2”, añade.
La última semana de abril será seca, sin apenas lluvias en toda España, y con temperaturas más extremas que las que hemos visto hasta ahora. En el valle del Guadalquivir podríamos acercarnos a los 40 grados entre el miércoles y el viernes de la próxima semana, y hará entre 25 y 30 ºC en prácticamente toda la Península.
Para el trimestre de verano, se prevén también temperaturas superiores a la media.
España está entre los países peor parados de Europa con esta situación, pero no es el único.
La Oficina Federal de Estadística de Alemania dijo esta semana que la sequía y el calor provocaron una caída significativa en la cosecha de hortalizas el año pasado, que cayó un 12 % en comparación con 2021, un año récord, y un 2 % en comparación con el promedio de cinco años, según publica Euronews.
La sequía fue uno de los eventos más significativos que afectaron a Europa en 2022. Durante el invierno de 2021-2022 hubo menos días de nieve de media, hasta 30 días menos en muchas áreas y las precipitaciones también estuvieron por debajo del promedio en gran parte del continente, según ha informado un informe publicado este jueves por el Servicio de Cambio Climático de la UE, Copernicus.
En 2022 el caudal de los ríos de Europa fue el segundo más bajo registrado, marcando el sexto año consecutivo con caudales inferiores a la media. En cuanto a la superficie afectada, 2022 fue el año más seco registrado, con un 63 por ciento de los ríos europeos con caudales inferiores a la media.
Por otro lado, Europa en su conjunto tuvo condiciones de peligro de incendio superiores a la media durante no solo en verano sino la mayor parte del año y se rastrearon aumentos significativos en las emisiones de carbono de incendios forestales para algunas regiones europeas en el verano de 2022.
En total, las emisiones totales estimadas en los países de la UE para el verano de 2022 fueron las más altas desde 2007. Francia, España, Alemania y Eslovenia también experimentaron sus emisiones de incendios forestales de verano más altas durante al menos los últimos 20 años, y el suroeste de Europa experimentó algunos de los incendios más grandes registrados.