Vacaciones, playa, piscina… El verano es la estación preferida de muchos españoles porque es sinónimo de buen clima y tiempo libre. Pero, ¿por qué se habla de verano meteorológico y astronómico? Ambos son diferentes y empiezan en fechas diferentes.
El verano es diferente según la ciencia que habla de él. Entre el solsticio de junio y el equinoccio de septiembre se produce el astronómico, pero en climatología el que vale para los registros es el verano meteorológico, que empieza el 1 de junio y acaba el 31 de agosto.
El verano meteorológico comenzará el 1 de junio, veinte días antes que el astronómico, que arrancará con el solsticio el día 21 del mismo mes.
Durante el solsticio, el Sol alcanza su mayor elevación sobre el horizonte al mediodía y describe en el cielo el arco más largo. Como resultado, ese es el día con más horas de Sol del año. Además, durante varios días la altura máxima del Sol al mediodía parece no cambiar, por eso se le llama solsticio (del latín solstitium, Sol quieto).
El comienzo del verano en el hemisferio norte coincide con el comienzo del invierno en el hemisferio sur.
El verano meteorológico, en cambio, empieza antes y termina antes. Esto es así debido a la inercia de la atmósfera, que hace que, a pesar de que el solsticio y día más largo de año es el 21 de junio, no es hasta tres semanas más tarde cuando la temperatura media está generalmente en su máximo, es decir, a mediados de julio.
Ese momento llega justo en el ecuador del verano meteorológico.
Siguiendo la misma explicación, podemos entender que existe un invierno meteorológico diferente al astronómico, puesto que no es hasta mediados de enero cuando se registran normalmente las temperaturas más frías del año.
El verano de 2023 en el hemisferio norte comenzará el día 21 de junio a las 16:58 hora oficial peninsular según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (perteneciente al Instituto Geográfico Nacional). La estación durará aproximadamente 93 días y 16 horas, y terminará el 23 de septiembre con el comienzo del otoño.
El resto del mes de abril será seco, según las previsiones, incluso podría ser uno de los meses de abril con menos lluvias registrados en España. La sequía ha ido agravándose en lo que va de año. “Desde el 1 de enero de 2023, la cantidad de lluvia ha sido de 101 l/m2, una cifra que se queda en la mitad del promedio normal, pero hay zonas del sur y del este de la Península que no llegan ni a la cuarta parte de lo normal”, ha informado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo.
El verano meteorológico se presenta más cálido de lo habitual en España. “Hay entre un 50 y 70 % de probabilidades de que así sea, frente a un 10-20 % de que sea más frío que la media”, concreta Del Campo.
“Con la información disponible no podemos determinar qué pasará con las lluvias. Habrá que esperar un poco más. Lo que suele suceder en España después de mayo es que las precipitaciones suelen ser, por regla general, escasas. Se pueden producir tormentas fuertes en algunas zonas, incluso con granizo, pero no suelen episodios generalizados ni largos que ayuden a paliar una situación de sequía como la actual”, concluye el experto.