El mes lluvioso por excelencia, el abril de las “aguas mil”, no trae visos de mejora de la sequía. España sigue mirando al cielo a la espera de precipitaciones, que apenas llegan a la mitad del promedio normal desde el 1 de enero de 2023, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Esta semana, el anticiclón traerá de nuevo calor veraniego, incluso en comunidades como Castilla y León o Navarra, donde va a hacer entre 25 y 30 grados.
“El comienzo de abril ha sido muy seco en España”, decía hace unos días el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo. Ha llovido un 12 % de lo que sería normal en lo que va de mes, y no se espera que las cosas cambien en lo que queda hasta mayo. Sí habrá algunas precipitaciones al final de esta semana por el paso de una borrasca atlántica, pero no caerá lo suficiente para aliviar siquiera un poquito la sequía. El miedo a restricciones en el uso de agua de cara al verano va in crescendo en comunidades como Cataluña.
“Esta semana será más cálida de lo normal, con temperaturas entre 3 y 6 grados por encima del promedio habitual para estas fechas”, informa Del Campo. Los días más cálidos serán el miércoles y jueves, cuando se espera que “se superen ampliamente los 30 ºC en el valle del Guadalquivir”.
El lunes y martes, por el momento, nos acompañará el ambiente soleado y tranquilo, aunque con algo de viento en el Cantábrico, el Ampurdán y entorno del Estrecho, así como “la entrada en la Península de una masa de aire continental”, comenta el meteorólogo, que mantendrá las temperaturas más frescas en el norte peninsular.
Mientras que en ciudades como Pamplona hará unos 15-16 ºC en las horas centrales del día, en buena parte del sur y oeste se rondarán o superarán los 23 a 25 ºC, como en Salamanca o en A Coruña. “Pontevedra llegará a los 26 ºC y Sevilla o Córdoba a los 32 ºC”, dice el portavoz de la Aemet.
Sin embargo, el miércoles y jueves, como decimos, esa masa de aire continental se marchará y llegará aire más cálido, que disparará el termómetro hasta el viernes. Tendremos “temperaturas entre 5 y 10 ºC por encima del promedio normal para esta época”, aunque con una marcada amplitud térmica, es decir, mucha diferencia entre el día y la noche.
Del Campo pone los siguientes ejemplos: “Bilbao el miércoles pasará de una mínima de 5 grados a una máxima de 27; Córdoba de 9 a 30º C; Valencia de 4 a 26 ºC; Zamora de 7 a 27 ºC, o Pamplona de 4 a 24 ºC”, señala.
El viernes las temperaturas seguirán sin grandes cambios, pero a últimas horas un frente asociado a una gran borrasca atlántica podría afectar a Galicia con lluvias. Ese frente el sábado hará que aumente la nubosidad en buena parte de la Península, aunque las precipitaciones seguramente quedarán en principio acotadas a Galicia, comunidades cantábricas y Pirineos.
“No descartamos que se puedan extender de forma débil a puntos de la meseta norte y de Extremadura”, añade Del Campo.
“El domingo parece que las lluvias quedarían acotadas al Cantábrico y Pirineos. Lo que sí se notará tras el paso del frente el sábado es un descenso acusado de las temperaturas en el oeste peninsular, de hasta 6 a 10 ºC en puntos de Castilla y León”, dice.
Pero ese descenso térmico será transitorio. El domingo parece que volverán a subir las temperaturas de manera generalizada, extendiendo el riesgo de incendios a buena parte del país.