La falta de lluvias en los últimos meses ha sumido a España en una sequía que preocupa de cara al verano. Las pérdidas en agricultura y los problemas para hacer frente a la demanda de agua obligarán a tomar medidas en los próximos meses si las cosas no cambian radicalmente. Esta semana, por suerte, tendremos algunas precipitaciones por el paso de la borrasca Noa que, aunque no serán gran cosa, ayudarán a mejorar la situación. ¿Dónde habrá que sacar el paraguas y hasta cuándo?
El mes de marzo de 2023 contribuyó a empeorar más la sequía en España, con una escasez de lluvias evidente. Las precipitaciones supusieron solo el 36 por ciento del valor habitual del mes, con 21,2 litros/m2 de media en toda España. En puntos de Aragón y Cataluña, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha catalogado el mes como “extremadamente seco”.
Abril está siendo hasta ahora muy seco. Tan solo se han producido algunos chubascos en zonas del norte y noreste, así como Baleares y puntos de Canarias, sin afectar al resto del territorio.
Una dorsal anticiclónica se está imponiendo en España en el comienzo de esta semana y está trayendo una continuidad del tiempo seco y estable. Pero, entre el miércoles y el jueves, entre ese centro de altas presiones y una borrasca nombrada ‘Noa’ se van a canalizar vientos del noroeste, muy húmedos e intensos, de procedencia polar, que enfriarán nuestro país.
El resultado será un descenso de las temperaturas, vientos fuertes en el norte y este de España con temporal marítimo, y lluvias en el tercio norte, ha informado el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo.
Inicialmente, con la llegada del frente por el Atlántico, las lluvias afectarán a Galicia y el Cantábrico durante la mañana del miércoles, y se irán extendiendo a puntos de la meseta norte y montañas de la zona centro a lo largo del día. Al final de la tarde podrán producirse en puntos de Cataluña.
El otro efecto del frente asociado a la borrasca Noa que recorrerá el norte de España serán las nevadas. La cota se va a desplomar a tan solo 800 metros en los Pirineos y a unos 1000 metros en la Cordillera Cantábrica.
El jueves, las lluvias seguirán afectando al Cantábrico oriental y norte de Navarra, donde se esperan tormentas y aguaceros más intensos en algunos momentos del día. Pero, además, se extenderán a más localidades de Cataluña y de las islas Baleares de manera ocasional.
Los vientos del noroeste traerán además una masa de aire polar que hará que las temperaturas se desplomen el miércoles en toda España, salvo en el área mediterránea, donde se van a disparar hasta los 35 ºC en puntos de Valencia o Murcia. Los vientos de poniente llegarán a estas zonas secos y recalentados tras atravesar toda la Península.
El jueves, en cambio, el avance del frente de la borrasca Noa no solo causará precipitaciones sino que restará unos 10 grados de golpe en las comunidades mediterráneas.
El viernes, “ya fuera de la influencia de la borrasca Noa, se irán imponiendo las altas presiones”, comenta el portavoz de la Aemet.
“No obstante, un frente barrerá el extremo norte” causando precipitaciones. Aunque será un frente poco activo, por lo que en general serán lluvias poco cuantiosas, “si acaso algo más abundantes en puntos de Galicia y el Cantábrico oriental”.
Las temperaturas iniciarán una recuperación que seguirá todo el fin de semana, por lo que de nuevo superaremos los 25 ºC en gran parte de España el sábado, los 30 ºC en Andalucía, el área del Levante y Canarias, y los 32 ºC en el valle del Guadalquivir.
Esta situación de tiempo estable y seco, con temperaturas veraniegas, continuará en el inicio de la próxima semana, salvo en puntos del norte, donde el paso de frente seguirá causando inestabilidad y ambiente algo más fresco.