La capa de nieve en California supone actualmente el 225 % del promedio habitual para estas fechas. Las constantes nevadas del invierno 2023, que van a continuar entrada la primavera, están siendo históricas y han causado hasta el momento una docena de muertes, que se suman a los más de 20 fallecidos que provocaron las tormentas en enero. Esta semana, un nuevo río atmosférico arrojará más nieve sobre las montañas del oeste de Estados Unidos y podrá dar lugar a inundaciones.
El condado de San Bernardino ha lamentado entre finales de febrero y principios de marzo al menos 13 muertes a causa de las fuertes nevadas. Las cantidades son históricas en California este año, sobre todo en la cordillera de Sierra Nevada. Mammoth Mountain y la cordillera Siskiyou, que se extiende hasta el extremo sur de Oregón, también registran cantidades récord.
Del 26 de diciembre de 2022 al 16 de enero de 2023, fue el período de 22 días más lluvioso en el área de San Francisco desde 1862, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). Prácticamente todo el estado recibió precipitaciones totales de más del 350 por ciento por encima del promedio en la primera quincena de enero de 2023. Así fotografió la NASA el paisaje tras el temporal.
Semanas después, las lluvias, el fuerte viento y las nevadas volvieron a colapsar California. Dos ríos atmosféricos sucesivos azotaron el estado dejando a cientos de miles de personas sin electricidad y, de nuevo, las montañas se tiñeron completamente de blanco en altitudes inusualmente bajas, colapsando varios condados, e incluso obligando a realizar evacuaciones.
Hace unos días, un ciclón bomba se unió a la locura meteorológica y dio lugar incluso a tornados cerca de Los Ángeles, algo insólito.
Esta semana, el paso de un nuevo sistema de borrascas arrojará grandes cantidades de lluvia y nieve en buena parte de California. "Las precipitaciones más intensas se esperan para el martes", ha comunicado el NWS, y podrán causar problemas en las carreteras hasta el jueves.
Preocupan las inundaciones en alrededores de ríos, así como los posibles deslizamientos de tierra en las zonas costeras.
La buena noticia es que la sequía que arrastraba el suroeste de Estados Unidos, la más severa en más de mil años, dará una tregua tras las precipitaciones que se han producido, y que han llenado los embalses de manera extraordinaria.