España continúa en una situación de sequía meteorológica que empezó hace ya muchos meses. A pesar de las lluvias de este invierno, que fueron generosas sobre todo en el mes de diciembre, nuestros embalses se encuentran más vacíos de lo habitual para estas fechas, y aún quedan los meses más cálidos del año por delante. La escasez de precipitaciones podría ser una amenaza en primavera y verano.
En los últimos años, la sequía ha sido un problema recurrente en España. En el comienzo de la primavera, y tras más de 30 meses consecutivos con lluvias más escasas de lo habitual, la situación es especialmente preocupante en Cataluña, donde los cortes de agua podrán convertirse en la normalidad los próximos meses, y las restricciones podrían extenderse a otras comunidades mediterráneas.
El invierno ha sido, en conjunto, bastante cálido en España. Según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el trimestre de diciembre, enero y febrero ha superado en 0,8 ºC el promedio habitual, y ha sido el quinto invierno más seco de siglo XXI.
Si bien llovió generosamente en diciembre y el paso de la borrascas Juliette sentó bien en las cuencas mediterráneas, sobre todo en Baleares, las precipitaciones han sido un 3 % más escasas de lo normal. No es un dato escandaloso, pero sí insuficiente si tenemos en cuenta que en las próximas semanas no caerá gran cosa.
Las precipitaciones acumuladas desde que comenzó el año hidrológico, el pasado 1 de octubre de 2022, hasta el 14 de marzo han alcanzado un valor medio de 326 litros por metro cuadrado para el conjunto de España, lo que supone un 12 por ciento menos de lo normal para este periodo, señalan desde la Aemet.
Por zonas, acumulan menos lluvias de las normales para este periodo en la franja cantábrica salvo Galicia, en gran parte de la mitad oeste de Aragón, en Cataluña y a lo largo del Levante, en todo el tercio sur peninsular, y en el archipiélago canario con la excepción de la mitad sur de la isla de Tenerife y del noroeste de Gran Canaria.
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha avanzado que, según las previsiones preliminares para los meses de abril, mayo y junio, podríamos tener por delante algunos temporales de lluvias importantes en la vertiente atlántica antes del verano, con el paso de borrascas por el oeste peninsular. Sin embargo, de nuevo las regiones mediterráneas no se verán agraciadas por las lluvias y la sequía podría agravarse.
Por si fuera poco, las temperaturas van a estar por encima del promedio las próximas semanas en toda España y seguramente esta tendencia continúe toda la primavera y el verano. Llegaríamos a los meses más cálidos del año con una sequía alarmante y con un riesgo de incendios extremadamente alto, indica el experto de la Aemet.