El rápido retroceso del colosal glaciar Thwaites en la Antártida Occidental, conocido como el “glaciar del fin del mundo”, es una de las mayores preocupaciones de la comunidad científica. Este inmenso bloque de hielo cuenta con suficiente agua para elevar el nivel del mar alrededor de 65 centímetros, una subida extraordinaria que tendría consecuencias fatales. Ahora, un nuevo estudio ha revelado los procesos que están haciendo que se derrita.
El nuevo estudio ha traído buenas y malas noticias: si bien el derretimiento debajo de gran parte de la plataforma de hielo es más débil de lo esperado, el derretimiento en grietas y hendiduras es mucho más rápido. Aunque la conclusión es clara: el glaciar sigue retrocediendo, lo cual resulta muy alarmante.
Dos artículos en la revista Nature publicados esta semana brindan una imagen más clara de los cambios que tienen lugar bajo el glaciar Thwaites, que tiene el tamaño de Gran Bretaña.
Los resultados muestran que, aunque el derretimiento ha aumentado debajo de la plataforma de hielo flotante, la tasa actual de derretimiento es más lenta de lo que estiman actualmente muchos modelos informáticos.
Una capa de agua más fresca entre el fondo de la plataforma de hielo y el océano subyacente reduce la tasa de fusión a lo largo de las partes planas de la plataforma de hielo. Pero los autores se sorprendieron al ver que el derretimiento había formado una topografía en forma de escalera en el fondo de la plataforma de hielo. En estas áreas, así como en las grietas del hielo, se está derritiendo rápidamente.
El glaciar Thwaites es uno de los glaciares que cambia más rápido en la Antártida: la zona de conexión a tierra, el punto donde se encuentra con el fondo marino, se ha retirado 14 km desde finales de la década de 1990.
Gran parte de la capa de hielo se encuentra por debajo del nivel del mar y es susceptible de una pérdida de hielo rápida e irreversible que podría elevar el nivel global del mar en más de medio metro en los próximos siglos.
“El glaciar está en problemas. A pesar de las pequeñas cantidades de derretimiento, todavía hay un retroceso rápido del glaciar, por lo que parece que no se necesita mucho para desequilibrar el glaciar”, alerta en un comunicado el oceanógrafo Peter Davis, del British Antarctic Survey (BAS).
Los investigadores utilizaron un robot llamado Icefin para mirar a través de un pozo de 600 metros de profundidad que taladraron en el hielo. Las observaciones que hizo Icefin permitieron descubrir que las “escaleras” en el fondo del hielo, llamadas terrazas, así como las grietas en la base de hielo, se están derritiendo rápidamente.
El derretimiento es especialmente importante en las grietas, ya que el agua canaliza a través de ellas el calor y la sal puede transferirse al hielo, ensanchándolas.
Por lo tanto, aunque el derretimiento vertical a lo largo de la base de la plataforma de hielo fue menor de lo esperado, el derretimiento a lo largo del hielo inclinado en estas grietas y terrazas es mucho mayor y puede ser un factor importante en la pérdida de hielo en el glaciar Thwaites. Las grietas pueden convertirse en el desencadenante principal del colapso de la plataforma de hielo.
“El agua caliente está entrando por las grietas, ayudando a desgastar el glaciar en sus puntos más débiles”, lo explica Britney Schmidt, de la Universidad de Cornell en Estados Unidos.