Una inusual nevada ha teñido completamente de blanco Líbano y Siria, no muy lejos de donde ha tenido lugar el reciente terremoto en Turquía. En algunas zonas se ha acumulado más de un metro de nieve.
Los distritos de Bsharri y Keserwan, por encima de los 1.000 metros, estarían entre los más afectados. A comienzos de febrero, un sistema de tormentas nombrado Farah por el Servicio Meteorológico del Líbano causó fuertes lluvias, tormentas eléctricas y nevadas inusuales, colapsando algunas partes del país.
El clima adverso ha afectado a buena parte de Israel, Jordania, Líbano y Arabia Saudí desde comienzos de febrero. También de Turquía y Siria, donde el tiempo invernal ha complicado los rescates tras el fuerte terremoto que ha causado miles de víctimas. Muchas personas que se han quedado sin casa han soportado temperaturas en torno a los 5 grados bajo cero.
"Hay alrededor de 80.000 sirios viviendo en campos de refugiados en la ciudad norteña de Arsal, junto con otros 40.000 en las afueras de la ciudad", ha informado la agencia de noticias turca Anadolu.
Con las nevadas, la situación de los refugiados sirios se ha complicado mucho, con temperaturas que han llegado a -10 ºC en puntos del interior de Líbano y han congelado todo a su paso.
El frío se aferrará a estos regiones al menos una semana más, según las previsiones. Una masa de aire gélido procedente del norte está desplomando el termómetro con temperaturas que, en buena parte de Turquía, son hasta 15 grados más bajas de lo habitual para estas fechas, con valores negativos incluso durante el día, y con nevadas que, aunque perderán fuerza, podrán repetirse en las montañas de Líbano.