Si bien se está empezando a hablar del primer episodio invernal en España, que llegará a partir de este domingo, hasta el momento las temperaturas están siendo inusualmente altas para el invierno. Esto ha adelantado la floración y la invasión de insectos como la procesionaria y especies de mosquitos que habitualmente aparecen en la primavera.
El Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), gracias a sus proyectos de ciencia ciudadana, ha detectado la floración prematura de plantas silvestres en Cataluña entre tres y cinco meses antes de lo habitual, así como la presencia prematura de procesionaria del pino desde principios de diciembre, cuando tocaría a finales de enero, y de mosquitos tigre y comunes activos en la ciudad de Barcelona, informa en un comunicado.
No hace falta decir que las Navidades que hemos vivido este año no han sido normales. El día 25 de diciembre muchas personas paseaban por las playas del Mediterráneo en tirantes y las terrazas de los bares se llenaban al sol.
Concretamente, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hemos dejado atrás el mes de diciembre más cálido registrado en España, es decir, al menos desde 1961. La temperatura estuvo casi 3 ºC por encima de lo habitual en la Península.
Esto evidentemente ha tenido consecuencias. Nuestras montañas siguen a la espera de nevadas importantes a mediados de enero, con un balance difícil de compensar (va a tener que nevar mucho el resto del invierno), y las máquinas fabricando nieve artificial sin parar en las estaciones de esquí. Pero también tiene un impacto en los ecosistemas.
Si el calor se adelanta, la floración también. Los rosales de montaña de las zonas interiores de Cataluña han empezado a florecer cuatro o cinco meses antes de lo habitual, lamentan desde CREAF.
“Entre otros eventos fuera de temporada, los expertos del proyecto destacan la floración de retamas tres meses antes de lo que acostumbrarían o la del gamoncillo, una pequeña planta que ha empezado a florecer con tres meses de antelación”, publican.
Esta explosión de flores antes de tiempo tiene riesgos. Las plantas están activas durante más tiempo y esto hace que aumente su consumo de agua, favoreciendo la sequía. Además, si las flores se abren antes de que ciertos insectos aparezcan, puede que no veamos algunos frutos por la falta de polinización. También puede haber una mayor exposición de las flores a las heladas, que todavía se prevén unos meses más.
El proyecto AlertaForestal, con decenas de participantes en toda Cataluña, ha avisado de que la procesionaria del pino este año ha adelantado su bajada al suelo casi dos meses, informa CREAF. En algunas localidades se han visto ejemplares desde diciembre, como en las comarcas del Ripollès o el Valle de Aran.
Además, los mosquitos tigre y mosquitos comunes se están dejando ver este invierno. Personas voluntarias han enviado imágenes de mosquitos en Barcelona desde el 1 de enero, cuando lo normal es que aparezcan más próximos a la primavera.