Una oleada de lluvias torrenciales y vientos dañinos azotan California desde hace semanas. Tras las inundaciones mortales, que acabaron con la vida de al menos 12 personas, varias ciudades se preparan para un nuevo desfile de tormentas que ya está causando deslizamientos de tierra, evacuaciones y cancelaciones de vuelos, además de la desaparición de un niño de 5 años.
Más de 560.000 hogares de California se han quedado sin electricidad debido a lo que el Servicio Meteorológico Nacional de EEUU ha descrito "desfile implacable de ciclones" que proseguirá durante toda la semana. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado la situación de emergencia en el estado y ha destacado la necesidad de "proveer la asistencia necesaria para salvar vidas y proteger la propiedad privada”.
Un “río atmosférico” está arrastrando un sinfín de tormentas a partes de California, que han pasado de la sequía extrema a la saturación de suelos y ríos, con inundaciones que sumergen casas y coches y solo dejan agua a la vista.
En áreas como el condado de Santa Cruz, al sur del área de la bahía de San Francisco, las evacuaciones no paran después de que el río San Lorenzo se desbordara, y un niño ha desaparecido en las inundaciones cerca de Paso Robles, que se encuentra en el condado de San Luis Obispo.
El aeropuerto de Santa Bárbara se ha cerrado hasta nuevo aviso. Algunas regiones han recibido más de 200 litros por metro cuadrado en las últimas horas. La situación es desesperante.
El Servicio Meteorológico Nacional ha afirmado que las tormentas, que han dejado a 100.000 personas sin electricidad en el condado de Sacramento, podrían empeorar entre el lunes y el martes, por lo que California atraviesa su momento más crítico.
Se espera que el efecto acumulativo de las lluvias provoque nuevas inundaciones, incluidas "rápidas subidas de agua, deslizamientos de tierra y la posibilidad de grandes inundaciones en los ríos", según ha advertido el Servicio Meteorológico Nacional.