La Navidad no ha sido blanca en Florida, pero sí muy fría. Las temperaturas han caído a unos -7 grados en el sur de Estados Unidos, obligando a cancelar miles de vuelos, y registrando el 25 de diciembre más gélido de los últimos 33 años, al menos. Entre otras estampas para el recuerdo, la tormenta invernal una lluvia de iguanas que caen congeladas de los árboles.
Las iguanas son animales de sangre fría, lo cual quiere decir que no pueden generar calor corporal. Por ello, cuando las temperaturas se vuelven heladoras, estos lagartos que generalmente se encaraman a los árboles ralentizan los procesos corporales, incluido el flujo sanguíneo y la circulación, incluso los latidos del corazón, y se paralizan por completo. Esto hace que caigan al suelo.
Florida no había visto un día de Navidad igual probablemente desde 1989.
Una explosión de aire ártico ha desplomado los termómetros en gran parte del Estados Unidos estas Navidades.
El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido advertencias y avisos para unas 200 millones de personas, algo histórico, por el temporal invernal que ha obligado a cancelar los desplazamientos y ha dejado sin electricidad a miles de hogares en el este del país. Y esto aún no ha terminado, puesto que la masa de aire gélido va a seguir recorriendo algunos estados esta semana.
Habrían muerto más de 50 personas por el ciclón bomba que está afectando a EEUU, la mayoría en el estado de Nueva York. En la ciudad de Búfalo, frontera con Canadá, ha caído más de un metro de nieve y se han producido las temidas nevadas con efecto lago o lacustre que cubren todo de hielo a su paso cuando soplan desde los Grandes Lagos.
Lo de la “lluvia de iguanas” es un clásico en el estado de Florida, donde este frío es una excepción. Estos animales invasores que llevan años instalados en el sur del país, al igual que otros reptiles o las tortugas marinas, quedan aturdidos por el frío y se paralizan hasta que aumentan las temperaturas, cuando “reviven”.