El caudal del río Iguazú se ha descontrolado por completo tras las fuertes lluvias registradas en el estado brasileño de Paramá. El nivel de las cataratas es unas diez veces mayor al habitual, lo cual ha obligado a cerrar el parque y está dejando imágenes muy impactantes.
Si bien hace un año veíamos las Cataratas de Iguazú prácticamente sin agua por la preocupante sequía que enfrentaba Paramá, actualmente ocurre todo lo contrario.
Normalmente, el caudal de las cataratas es de 1,5 millones de litros por segundo, pero este miércoles ha llegado a alcanzar los 14,5 millones de litros, algo muy atípico para el mes de octubre. “Este es el mayor flujo de agua registrado en Iguazú desde junio de 2014, cuando el caudal llegó a los 47 millones de litros por segundo”, según Euronews.
El descontrol de los niveles del río no solo ha obligado a cerrar el Parque Nacional Iguazú por precaución, también ha provocado evacuaciones en regiones cercanas, y se han tenido que abrir las compuertas de represas hidroeléctricas para aliviar la carga de agua y evitar inundaciones.
Aun así, varias localidades han sufrido incidentes, dejando más de mil personas desplazadas y cientos de casas dañadas.
Sorprende la descomunal crecida del río que está causando el descontrol en las cataratas después de que el año pasado una tremenda sequía vaciara el curso del Iguazú, dejando sin turistas a los comerciantes locales y sin producción a los agricultores.