El interior de un coche aparcado al sol puede alcanzar más de 80 grados en estos días de ola de calor extrema. Si dejásemos un pollo en el salpicadero, posiblemente se cocinaría en cuestión de minutos. Pero hay trucos para enfriarlo rápidamente, sin necesidad de arrancarlo y sin aire acondicionado.
El metal del cinturón, el asiento, el volante, el freno de manos… Todo ardiendo. En estos días en los que está haciendo 42 ºC o más en muchas zonas de España, los objetos de la calle expuestos al sol como bancos, barandillas, motos y coches están insoportablemente calientes.
Pero sin duda lo que más se calienta es el interior de los vehículos, que alcanza temperaturas infernales próximas a los 90 ºC con mucha facilidad.
No esperes que el coche pase de los 80 a los 20 grados en dos minutos, porque no ocurrirá, pero con este truco conseguirás deshacerte de algo calor en lo que el aire acondicionado se pone en marcha, algo que suele llevar unos minutos después haberlo arrancado.
Cuando te montes, baja la ventanilla del copiloto del todo, y la del asiento de detrás del copiloto. Después, abre y cierra unas cuantas veces la puerta del conductor (con la ventilla subida), para crear corriente.
De esta manera conseguirás “empujar” el aire ardiente del interior del coche hacia el lado opuesto del conductor y reponerlo por aire más fresquito.
El truco es de un profesor japonés, que incluso mete un termómetro del coche para comprobar la efectividad. En cuestión de segundos, la temperatura del interior baja unos 8 grados. Nada milagroso, y aún necesitarás el aire acondicionado, pero es de agradecer.
Uno de los gadgets fundamentales en verano sin duda es el parasol. Este objeto bloquea los rayos solares UV y evita que se caliente el interior del coche con efectividad. Si llevamos una sillita de niño, se recomienda cubrirla también de alguna manera.
Si vas a tener el coche al sol muchas horas, te recomendamos además los parasoles de ventanas, que suelen ir con ventosa.