En la pasada semana, además del intenso calor, en España hemos tenido unas tormentas que han inundado calles y causado desperfectos en muchas localidades. El granizo y el fuerte viento han pillado por sorpresa a más de uno, pero lo cierto es que este fenómeno es relativamente frecuente en la estación más calurosa del año. ¿Sabes por qué graniza más en las tormentas de verano que en invierno?
En Albacete capital, el granizo abolló varios coches y rompió los parabrisas, en Andorra (Teruel) muchas calles quedaron colapsadas y hubo que utilizar palas para despejarlas, y Requena miles de vides se han echado a perder, provocando enormes pérdidas económicas a los agricultores.
El granizo se produce durante tormentas en las cuales hay un rápido desarrollo de nubes cumulonimbos, algo que ocurre más a menudo en los meses cálidos. El granizo en ocasiones se denomina "pedrisco", especialmente cuando se trata de piedras grandes, explican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Dentro de estas nubes de tormenta, las partículas de hielo se fusionan entre sí para crear bloques de hielo cada vez más grandes: esto se llama acreción.
“El proceso de acreción desprende calor, por lo que llega un momento, en el que no se pueden adherir más gotas de agua, formándose así la partícula de granizo. Cuando la inestabilidad de la nube sea mayor y los vientos sean más fuertes, la partícula ascenderá de nuevo y se repetirá el proceso. Cuando la nube no es capaz de soportar el peso de estas partículas de granizo, este precipitará”, explica la Aemet.
Este es uno de los motivos por los que las granizadas son más frecuentes en los meses cálidos del año. Por otro lado, para que se formen las nubes cumulonimbos que dan lugar a tormentas es clave que haya fuertes corrientes verticales, y para que están se formen es necesario que haya aire cálido que asciende (porque es menos denso) y aire cálido que descienda (más denso), lo cual ocurre más en verano.