Asistencia escolar: ¿Cuántas faltas se puede tener en Secundaria?

La escuela es importante para los niños y niñas por muchos motivos. En el centro escolar obtienen los conocimientos que necesitan para continuar su formación y poder el día de mañana desenvolverse en el mundo, pero hacen mucho más que aprender teoría, allí hacen amigos, aprenden a relacionarse con sus iguales, desarrollan pensamientos y descubren cómo comunicar sus emociones, sentimientos e ideas. 

La escuela es esencial en su proceso de socialización y eso no cambia conforme se hacen mayores aunque, una vez finalizadas las primeras etapas escolares, la formación reglada adquiere una nueva importancia, porque les ayuda a sentar las bases que más adelante pueden ampliar y completar, logrando en el futuro labrarse un futuro profesional en el sector que más les interese. 

Asistir a la escuela permite tener acceso a oportunidades educativas y profesionales que de otra forma podrían no estar disponibles para ellos. Por eso la asistencia escolar es importante y el absentismo escolar un problema contra el que trabajan mano a mano centros escolares y padres, madres y tutores legales, creando diferentes sistemas para evitar que los menores falten a la escuela sin el consentimiento de los progenitores e incluso con él.  

¿Cuántas faltas de asistencia escolar se pueden tener en Secundaria?

El absentismo escolar es la falta de asistencia del alumno al centro educativo, sin causa justificada y durante la edad de escolarización obligatoria. Este es un problema que conviene atajar cuanto antes, porque puede tener serias repercusiones para el alumno y su aprendizaje, y puede provocar un posible retraso en el aprendizaje e incluso un abandono de la enseñanza. 

Puede deberse a muchos motivos, desde un desinterés por parte del alumno por sus estudios y su formación académica, a un contexto social o familiar negativo, lo que se podría equiparar a un absentismo por elección propia o un absentismo por dejación de los padres. Por eso desde los centros educativos intentan abordar estos problemas de la mejor manera posible, incluso llegando a activar los protocolos correspondientes, buscando una prevención más que la necesaria intervención en los casos más extremos. 

Para poder considerar que se está dando una situación de absentismo escolar, el alumno debe faltar una serie de días sin la consiguiente justificación por parte de los padres. Los requisitos para considerarlo así son diferentes en función del curso que se estudia, no es igual en los niños de Primaria que en los adolescentes que se encuentran cursando la Educación Secundaria Obligatoria. 

En el nivel de estudiantes de ESO, un alumno puede tener un máximo de un 15% de faltas justificadas o injustificadas, lo que correspondería a nueve clases. Las faltas justificadas son aquellas que están debidamente documentadas y amparadas por razones médicas, enfermedad o asistencia a actividades extraescolares autorizadas, entre otras causas. En general, los padres o tutores tienen tres días para justificarlas, aunque cada centro suele tener sus propias normas o sistemas para ello, en ocasiones puede hacerse a través de una aplicación o del propio alumno.