Nuevas pruebas revelan las consecuencias de dejar los teléfonos móviles a los niños más pequeños. Los niños y niñas de menos de tres años cada vez tardan más en hablar. En las guarderías están detectando retrasos en el desarrollo y lo más grave, aislamiento social. Los libros y los juegos son las mejores herramientas frente a los móviles.
Las pantallas les entretienen sin necesidad de esforzarse pero al convertirse en receptores pasivos de imágenes y mensajes siendo tan pequeños, se retrasa de manera llamativa el uso del lenguaje. En las guarderías advierten que los niños empiezan a hablar cada vez más tarde.
Además, tardan más en calmarse porque no saben gestionar la frustración. A veces, se usan las pantallas, como si fueran un chupete, para calmarlos, advierten los expertos.
Además, el cada vez más popular método de comer con la pantalla delante les impide identificar los alimentos. Según el 46% de las guarderías condiciona su relación con la comida.
El móvil es el juguete favorito de muchos niños pequeños aunque su uso les lleve al aislamiento social.
Los centros de educación infantil advierten de que muchos niños tienen problemas para relacionarse y también para conciliar el sueño. Hasta los tres años no deberían tener contacto con las pantallas.