Es el gran debate en la educación de los niños: las consecuencias en su desarrollo si utilizan pantallas desde muy pequeños. Pedro Gorrotxategi, un pediatra de San Sebastián, ha llevado a cabo un estudio y los resultados son demoledores. El 70% de los padres utiliza el teléfono móvil para distraer a sus hijos a la hora de comer e, incluso, de dormir.
Es una imagen es cada vez más común: "En los parques, sentados, jugando con la pantalla". Bebés absortos frente a las pantallas de móviles y tablets. "Es la tecnología que tenemos ahora, es casi irremediable", explica un hombre. Sin embargo, el uso de estos dispositivos en niños tiene consecuencias.
"Cambia las relaciones interpersonales entre padres e hijos", precisa el doctor Pedro Gorrotxategi, pediatra de Atención Primaria en la localidad de Pasajes. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un máximo de 60 minutos en niños de dos a cuatro años. Y para los menores de dos años aconseja evitar las pantallas por completo.
También, cabe destacar que a la hora de la comida también se 'peca': "Si no come, se le pone la pantalla para que coma". "A su hermano pequeño a veces para cenar sí". Pero esto puede ser un gran error. "Comer tiene que ser una cosa familiar, si metes una pantalla en medio estás alterando esa dinámica", precisa Gorrotxategi.
Y por eso se debe fomentar la interacción con los más pequeños. "Si le pones una pantalla y estás viendo la TV, no hay diálogo entre los padres y los niños", sentencia el experto. El remedio, aplicar el sentido común, estar más con ellos y enseñarles el mundo más allá de las pantallas.