'Susi profe', la docente que triunfa en YouTube: "Los alumnos deben saber que soy solo un complemento"

  • María Jesús Villanueva abrió su canal de YouTube en 2017 y cuenta ya con 1,33 millones de suscriptores

  • Imparte contenidos de Matemáticas, Física, Química y Lengua española de primaria, ESO y Bachillerato

  • "Igual que antes teníamos enciclopedias o una biblioteca en la que consultar un libro, ahora puedes dar un paso más allá y encontrar a una persona que te explique lo que quieres a través de las redes"

Es extrañísimo que un niño de finales de primaria o de la ESO no conozca a Susi Profe. Esta youtuber, cuyo nombre verdadero es María Jesús Villanueva (Orense, 32 años), se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales gracias a sus explicaciones sencillas y prácticas sobre contenidos de Matemáticas, Física, Química y Lengua española de primaria, ESO y Bachillerato.

Susi, como la conocen desde pequeña, estudió Magisterio y es profesora en un colegio concertado de Madrid. Su aventura en las redes comenzó casi sin querer en enero de 2017. “Cuando terminé la carrera, como tenía que tener un C1 en inglés para dar clases en Madrid, mientras me preparaba, seguí impartiendo clases particulares, como llevaba haciendo desde que tenía 15 años”, explica. “Muchas noches, mis alumnos me pedían ayuda por el móvil para resolver un determinado ejercicio justo antes de un examen. Entonces, pensé que podía grabar mis explicaciones en vídeo y colgarlas en YouTube y ampliar, de paso, mi currículum. Me echó una mano mi marido, que trabaja en temas de publicidad, marketing e imagen”, recuerda.  

A partir de ahí, todo fue rodado. “Me acuerdo cuando, al principio, tenía solo tres visitas y cinco comentarios”. Su primer gran éxito fue en Latinoamérica. “Me escribían desde México, desde Perú y a mí eso me alucinaba… ser capaz de llegar a alumnos de cualquier parte del mundo. Fue ahí cuando fui consciente de hasta dónde podía llegar”, reconoce. Actualmente, Susi tiene 1,33 millones de suscriptores en su canal de YouTube; 33.000, en Instagram, y 456.700, en TikTok. Cada semana hace un vídeo nuevo, además de directos y otros formatos que permite YouTube.

P. ¿Cuál es la clave de tu éxito?

R. Muchas veces me lo he preguntado y no lo sé, la verdad. Empiezo a intuir cosas. Hago un contenido muy directo. Muchos profesores me dicen que les encantan mis vídeos porque después de hacer una introducción, por ejemplo, de cómo resolver una ecuación, los cuatro ejercicios que pongo abarcan todo el contenido, incluso si hay alguna excepción. Intento ser breve e ir a lo concreto. Me curro un montón cada ejemplo y tiene un porqué. Los ejemplos van incrementando el nivel de dificultad y en cada uno intento meter una peculiaridad. Si estoy explicando ecuaciones de primer grado, el primer ejercicio es el más sencillito; el segundo, tiene una fracción; el tercero, la x es negativa… todo para que los alumnos sepan qué opciones de resultados tienen. Además, me dicen que no doy por hecho que  algo se sabe para que, si alguien empieza de nuevas, no se pierda. 

P. ¿Cómo seleccionas el contenido de los vídeos?

R. Cada año salen nuevas ideas. YouTube te proporciona cantidad de estadísticas que te dan muchas pistas de lo que funciona en cada temporada. Aunque no imparto secundaria, me sé el currículum y sé qué se está dando en cada momento. Además, hago encuestas a mis seguidores sobre cinco temas diferentes y, cuando sé los más votados, me pongo a trabajar sobre ellos.

P. ¿Qué público es el que más consume tus vídeos?

R. Las estadísticas me dicen que de 18 a 24 años. Pero, es verdad, que muchos chicos utilizan las cuentas de sus padres y eso sube la media de edad. Sinceramente, yo creo que los alumnos de secundaria son el gran grueso. Son los que más me paran por la calle. Los adultos, de 30 a cuarenta y pico, también me ven porque, a lo mejor, se están preparando el acceso para mayores de 25 a la Universidad o estudian FP. También me ven mucho profesores y padres, que me escriben.

P. ¿Cuál es tu vídeo con más éxito?

R. Uno de suma y resta de polinomios con 4.200.000 visitas. Pero hay otro sobre divisiones que está superando todas las estadísticas y dentro de poco se va a convertir en el vídeo con más éxito del canal.

P. ¿Dónde se atascan más los alumnos?

R. Lo que más les cuesta son los problemas. En concreto, cuando se tienen que enfrentar al típico de ecuaciones, donde no te dan un dato o dos. Eso les cuesta un montón y son por los vídeos que más gracias me dan. Odian también los problemas con logaritmos, derivadas o cosas más abstractas como funciones. Últimamente, los vídeos de sintaxis de Lengua han sido un bombazo. Nunca llegué a imaginar que fueran a tener tanta acogida.

P. ¿Cuál debe ser la función de un profesor que como tú imparte enseñanza por internet?

R. Un profesor en YouTube tiene una función muy importante, pero tiene un peligro muy grande. Las pantallas no dejan de ser muy adictivas para los jóvenes. Los alumnos han de saber que son un complemento. Igual que antes teníamos enciclopedias o una biblioteca en la que consultar un libro, ahora puedes dar un paso más allá y encontrar a una persona que te explique lo que quieres a través de las redes, que parece más cercano. Esa es la función que debemos tener, no más. Siempre como complemento. El profesor de carne y hueso debe estar. Se están oyendo muchas ideas de que la inteligencia artificial va a sustituir al profesorado, pero eso haría que hubiera muchas carencias en muchos aspectos. Abogo por una enseñanza presencial. Es importante ese tú a tú. Que el profesor conozca al alumno, que sepa sus puntos débiles y fuertes y eso uno virtual no lo da. Solo proporciona contenido.

P. Hay profesores en clase, sin embargo, que les ponen videos de YouTube para sus explicaciones.

R. Pero eso tiene un porqué. Para muchos profesores es un beneficio llegar y en 10 minutos explicar con un vídeo lo que tienen para ese día. Los chavales se quedan superatentos y no cortan la explicación, mientras que, si la hace el profesor en el aula, le cortan continuamente y tarda 30 minutos. Ganan tiempo, porque en clase cada minuto es oro. Y el resto les queda para resolver dudas, trabajar, practicar y volver a practicar.

P. ¿Con qué te quedas: ser profesora en un colegio o en YouTube?

R. Las dos. Yo he tenido un momento en el que he tenido que decidir si seguir en el colegio, porque el volumen era muy grande, y al final he decidido seguir combinando las dos. Me han dado media jornada en el colegio. Siempre lo digo: YouTube me ha hecho ser mejor profesora en clase, porque me ha cambiado en muchos aspectos, y ser profesora presencial me hace ser mejor profesora en YouTube. Si quitase una de las dos, se perdería algo.  

P. A muchos chavales les encantaría ser youtubers. ¿Se necesita preparación? ¿Se gana dinero siéndolo?

R. Sí, y te diría que muy bien. Pero es un trabajo que tiene un peligro muy grande, porque tú eres dueña de ti misma y es muy difícil no hacerse esclavo de las cifras. Yo, como adulta, he tenido que pasar por ese proceso. YouTube nos lleva a eventos en los que nos da formación y nos proporciona psicólogos para hablar del síndrome del trabajador quemado o del síndrome del impostor para aprender a gestionarlo. Conozco a un montón de youtubers que se han hecho adictos, que no cogen ni siquiera vacaciones. Al final, las cifras son las cifras y el algoritmo es el algoritmo y, si dejas de subir, van a aparecer otros, porque hay muchísima competencia. Es muy fácil hacerse adicto al like, a las cifras… ese es el peligro. Yo tengo claro que esto es para un época de mi vida y, que, mientras dure, le voy a sacar partido.