Cada vez la Selectividad 2023 está más cerca y los nervios no disminuyen entre los alumnos. Algunas comunidades autónomas ya permiten a los alumnos con asignaturas suspensas presentarse a las pruebas de acceso a la universidad, pero por lo general, la mayoría de aspirantes arrastran meses de tensión y nervios que a veces, desemboca en plantearse la opción más fácil y más arriesgada a la vez: copiar en el examen. Aunque ya se ha aprobado en varias comunidades un nuevo modelo de examen, que promete aumentar la duración de los exámenes entre otros factores, los 'castigos' impuestos al alumno si este es pillado copiando, parecen no haber cambiado.
Los exámenes de selectividad se llevarán a cabo durante el mes de junio en las diferentes comunidades autónomas y es el método más habitual para conseguir plaza en una carrera universitaria.
Los estudiantes que se presentan a estas pruebas suelen tener bastante presión, por lo que las semanas antes de los exámenes aumentan las horas de estudio y también el estrés. Esta ansiedad provoca que los aspirantes se planteen ciertas ideas que no son del todo buenas, por ejemplo, copiar en los exámenes. Desde las clásicas 'chuletas' hasta los más novedosos pinganillos, todo vale para el que visualiza copiar como una opción viable ante una situación de estrés o de colapso debido a la sensación de falta de tiempo para el estudio.
Según explican desde la Junta de Andalucía, el alumno que copie "deberá abandonar inmediatamente el examen de la materia de que se trate en el momento en que se detecte el hecho". Además, el alumno no podrá presentarse a ninguno de los otros exámenes de la misma convocatoria y las pruebas ya realizadas serán calificadas con un 'cero'. Por tanto, el alumno al que se pille copiando, tendrá la selectividad completa suspensa y no se podrá volver a presentar hasta la convocatoria extraordinaria. En el caso de que el alumno sea pillado en segunda convocatoria, este tendrá que esperar todo un año entero para presentarse a la siguiente. Se considera que un alumno está copiando si se detecta el uso de audífonos, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos que sean programables, con capacidad de almacenamiento de datos, así como también se incluyen los relojes que aporten prestaciones similares a las citadas, lo que no exenta a los métodos más tradicionales de igual 'castigo'.