Cada 13 de febrero, un día antes de San Valentín, se celebra el Día del Soltero. Una fecha especial donde se busca poner en valor la independencia y el estilo de vida de quienes eligen vivir sin pareja.

Sin embargo, ser soltero en España implica no solo disfrutar de la libertad, sino también enfrentar desafíos concretos y por uno mismo, especialmente en lo que respecta a la adquisición de una vivienda.

En un contexto caracterizado por el constante aumento del precio de los inmuebles, que se prevé crecerá un 13% en 2025, los solteros se encuentran ante barreras cada vez más altas para alcanzar el sueño de tener un hogar propio.

De acuerdo con datos recientes de Gibobs.com, startup fintech-proptech que ayuda a mejorar las condiciones de las hipotecas en España, el 53% de las personas que solicitan una hipoteca lo hacen como titulares únicos.

No obstante, esta cifra refleja una tendencia a la baja en los últimos años, lo que pone de manifiesto las dificultades crecientes que enfrentan quienes desean adquirir una vivienda de manera individual.

Las solicitudes de hipotecas por parte de una sola persona han disminuido en un 14,5% respecto al año anterior, mientras que los ingresos medios de los solicitantes individuales se sitúan en torno a los 3.000 euros mensuales.

En este sentido, los solteros invierten aproximadamente el 24% de sus ingresos para hacer frente a la cuota de la hipoteca, mientras que las parejas, con ingresos promedio de 4.419 euros al mes, destinan el 20%.

Este panorama no solo afecta la capacidad de los solteros para acceder a una vivienda, sino que también impacta el valor medio de las propiedades solicitadas, que en 2024 alcanzó los 191.497 euros, un 10% más caro que en el año anterior.

Según Jorge González-Iglesias Baeza, CEO y cofundador de Gibobs.com, “la cantidad de ahorros que necesita un soltero frente a una persona casada es la misma”. Se recomienda contar con ahorrados al menos el 20% del precio de la vivienda como pago inicial, además de un 10% adicional para cubrir otros gastos asociados a la compra. Por ejemplo, para una vivienda de 200.000 euros, esto implicaría tener ahorrados 60.000 euros en total.

La principal diferencia entre un comprador soltero y una pareja reside en la capacidad de combinar ingresos y ahorros. Esta ventaja permite a las parejas acceder a viviendas de mayor precio, mientras que un soltero debe depender únicamente de sus propios recursos. “La clave radica en evaluar la capacidad de endeudamiento: no destinar más del 30%-35% de los ingresos mensuales netos al pago de la hipoteca”, afirma González-Iglesias Baeza. Algo que pone en evidencia la importancia de gestionar adecuadamente las finanzas personales, ya que un perfil financiero sólido es esencial para la aprobación de una hipoteca.

El plazo de una hipoteca, por otro lado, no depende directamente del estado civil del comprador, sino de factores como la capacidad de pago, los ingresos y las políticas del banco.

Los plazos más comunes oscilan entre 20 y 30 años, aunque en algunos casos pueden extenderse hasta 40 años. Aún así, los compradores solteros tienden a enfrentar desafíos adicionales a la hora de conseguir financiación, lo que puede empujarlos a vivir en barrios menos céntricos.

En ciudades como Madrid o Barcelona, el precio medio del metro cuadrado en zonas centrales supera los 6.000 euros/m², mientras que en áreas periféricas se ubica entre 2.000-2.500 euros/m². “Para un comprador soltero, esta diferencia de precios suele ser determinante a la hora de elegir una ubicación, pues además en la periferia les permitiría acceder a viviendas más grandes o con mejores condiciones que en el centro urbano.”

Además de las diferencias entre solteros y parejas en cuanto a la adquisición de viviendas, existen variaciones significativas según la comunidad autónoma. Las regiones más accesibles para compradores solteros suelen ser aquellas con mercados menos tensionados.

Algunos ejemplos son Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia, donde el valor medio de las propiedades se encuentra notablemente por debajo de la media nacional de 225.682 euros. No obstante, como indica González-Iglesias, “las comunidades con precios de vivienda más bajos y un menor coste de vida tienden a ser más accesibles".

Si nos fijamos en el terreno internacional, la situación de los solteros en Europa muestra variaciones notables. Aunque Gibobs.com opera solamente en España, se observa que las dificultades para los compradores solteros son una tendencia generalizada en muchos países.

En ciertas naciones como Alemania o Francia, los ingresos medios son significativamente superiores, lo que facilita el acceso a la propiedad. A su vez, países como Suecia o Noruega cuentan con sistemas financieros más accesibles y apoyos estatales que benefician a los solteros.

Mientras ser soltero en España, sobre todo en el actual contexto económico, no solo implica una vida independiente, sino que conlleva un elevado coste en términos de acceso a la vivienda. Ser soltero y acceder a una vivienda se vuelve más complicado sin poder tener que compartir los gastos y que entren dos salarios en casa.

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