El último informe de pobreza laboral compartido por Oxfam Intermón arroja varios datos que llaman a la preocupación a la par que evidencian las dificultades que sufre una parte de la población ante el aumento de los precios a todos los niveles, y sobre todo el de la vivienda. Según expone, casi el 14% de los trabajadores no llega a final de mes pese a tener un empleo y, además, gran parte del sueldo está destinado a pagar la vivienda. Informa en el vídeo Leticia Iglesias.
Un informe del Banco de España alerta del gran esfuerzo que supone la vivienda para las familias españolas. En España, un 39% de hogares tienen que destinar más de un 40% de la renta en el alquiler.
Casi el 80% se va en pagar el alquiler y los suministros básicos, una situación por la que muchos se ven obligados a solicitar ayudas y que aviva el debate por el valor prohibitivo que han alcanzado los inmuebles en España, ya sea para alquiler o para comprar.
Según el informe de Oxfam Intermón, –titulado 'Pobreza Laboral: cuando trabajar no es suficiente para llegar a fin de mes'–, casi tres millones de personas trabajadoras en España se encuentran en situación de pobreza. Ello supone que un 13,7% de las personas empleadas vive por debajo del umbral de pobreza, a pesar de las continuas subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reforma laboral o las cifras de empleo con la tasa de paro más baja desde 2008.
Los sectores más golpeados por la pobreza laboral son la agricultura y el trabajo de hogar, donde tres de cada diez personas trabajadoras viven en pobreza a pesar de tener un empleo.
De igual modo, también sectores como la hostelería y la construcción enfrentan este problema, afectando a dos de cada diez personas empleadas en el país.
Además, de forma transversal a todos los sectores de actividad, hoy a otro problema del mercado laboral: una de cada cuatro personas trabajadoras autónomas y de las empleadas a tiempo parcial también se encuentra en pobreza laboral.
Por comunidades autónomas, es Andalucía la que se sitúa a la cabeza de la pobreza laboral, según refiere el informe, con una tasa del 19,4%, completando el podio Extremadura (17,2%) y Castilla la Mancha (15,4%).
A este respecto, analizando la situación del conjunto de España, Oxfam señala también que casi el 30% de las personas nacidas fuera de la Unión Europea están en situación de pobreza laboral, casi el doble que la tasa nacional (13,7%) y 20 puntos porcentuales más que aquellas nacidas en España, siendo el país de origen la característica demográfica que más peso tiene a la hora de explicar qué personas se ven más afectadas.
Entre las causas de esta pobreza laboral y las dificultades de los trabajadores para llegar a fin de mes a pesar de tener un empleo, emerge con claridad el precio desorbitado que ha alcanzado la vivienda, hoy en el foco tras la reciente manifestación del fin de semana para protestar contra una situación que para muchos es límite.
Entrevistada por Informativos Telecinco, Esther, una mujer que madruga todos los días en Valencia para ir a trabajar, nos cuenta: “Estaba de monitora, de teleoperadora, en bares o bodas…”, cuenta, pero aun así necesita ayuda.
“700 euros, casa, niño, coche… Imposible”, explica, revelando que con el coste de vida actual no llega.
Como ella, también Leonor acude al banco de alimentos y cuenta ante nuestras cámaras sus dificultades: “Cobro 480 euros al mes y pago de casa 350. Puedo ahorrar 5 o 10 euros al mes para comer”.
La situación es cada vez más alarmante. “Es una pobreza nueva. No les permite acceder a un nivel salarial suficientemente adecuado para vivir una vida digna”, cuenta Lluís Fatjo-Vilas, presidente del Banco de Alimentos de Barcelona.
“Todos los días nos asombramos de la gente que viene nueva a pedirnos ayuda: 100, 200… muchos más a la semana”, explica, por su parte, Paqui Fuster, coordinadora del Banco de Alimentos Valencia.
Entrevistada también ante nuestras cámaras, Isabel es otra de esas personas que tiene que solicitar ayuda. En su caso, pese a su empleo en un hospital de Barcelona, tiene que acudir a Cáritas: “Con lo que cobro no me da para pagar todo: la luz, el gas, internet…”, cuenta.
“Son gente que vive para trabajar y esto impacta en su salud física, pero también en su salud mental”, señala Alejandro García-Gil, autor del informe de Oxfam Intermón.
“Por más que trabaje, trabaje y trabaje, no me llega lo que gano”, nos cuenta Eli, limpiadora, recepcionista y camarera, estrujando al máximo su vida.
Irremediablemente, mañana volverá a madrugar y a trabajar para sobrevivir.
Según el informe de Oxfam, los hogares en situación de pobreza laboral destinan entre el 67% y el 79% de sus ingresos al pago de la vivienda y los servicios básicos.
De igual modo, cuatro de cada diez hogares con tres o más menores a cargo y tres de cada diez hogares monoparentales -- de los cuales el 75% tienen a una mujer como referente adulto -- están en situación de pobreza laboral.
En esta situación, además, también destaca el abandono escolar y su impacto: seis de cada diez personas en pobreza laboral habrían querido continuar sus estudios, pero el 54% se vio obligado a abandonarlos por falta de recursos o por la necesidad de trabajar para subsistir.
"Este ciclo perpetúa la desigualdad", avisan desde Oxfarm Intermón, que también destacan que la pobreza laboral "deja una importante huella emocional", ya que estos trabajadores "se ven obligadas a vivir para trabajar y no a trabajar para vivir", así como a dedicar "íntegramente" sus sueldos a gastos básicos renunciando a cualquier forma de ocio y disfrute del tiempo libre, lo que impacta "fuertemente" en su salud mental.
"Vemos el agotamiento y la desesperanza de quienes, a pesar de tener empleo, no pueden avanzar económicamente ni disfrutar de una vida digna", ha recalcado el responsable de políticas de protección social y empleo de Oxfam Intermón, Alejandro García-Gil.
En este sentido, otro dato para la preocupación apunta a que más de la mitad de los hogares en pobreza laboral (55,3%) ha tenido que renunciar en el último año a servicios de salud esenciales como tratamientos dentales, gafas o seguimiento psicológico, debido a la falta de recursos.
Frente a ello, desde Oxfam reclaman medidas urgentes para enfrentar la situación y mejorar la calidad de los empleos, ofrecer una protección social más amplia y reformar el sistema de prestaciones, de modo que las familias más vulnerables no queden desprotegidas.
"No basta con crear empleo: es necesario garantizar que éste sea de calidad y que permita a las personas vivir con dignidad. Para muchos hogares, un salario no es suficiente si no viene acompañado de condiciones laborales justas, el acceso a una vivienda digna y un sistema de protección social robusto que les permita salir adelante", concluye García-Gil.
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