Hoteles rozando la plena ocupación. Aviones casi repletos de visitantes. Numerosos extranjeros en las playas y los centros históricos de nuestras ciudades. Poco a poco el turismo va camino de recuperar los registros previos a la pandemia.
Pero si se analiza el motivo principal del viaje de los que llegan a España se observa que la recuperación de este sector se está produciendo a dos velocidades distintas.
En el primer trimestre el número de viajeros que vienen por negocios es un 42% inferior a los niveles del mismo periodo de 2019. El de los que vienen ocio y vacaciones, un 32% menor.
Si la comparación se hace con los tres primeros meses de 2020, el número de turistas que vienen por motivos profesionales ha caído el doble que el de los que visitan España por vacaciones (16% frente a 8%) Hay que tener en cuenta que desde mediados de marzo de ese año se restringió el turismo internacional por la pandemia, por lo que en realidad se compara con dos meses y medio, no con tres.
Un tercer grupo lo forman los que viajan por otros motivos, como visitar a familiares o estudios. De ellos están llegando un 26% menos que en 2019 y un 5% menos que en 2020. En ambos casos, descensos inferiores a los registrados por el turismo de trabajo.
Varios factores explican este mayor retraso del turismo de negocios a la hora de salir del bache.
Como consecuencia de todos estos factores, en el primer trimestre han llegado a España sólo 727.000 extranjeros por motivos relacionados con su trabajo, según datos del INE.
Son 530.000 menos que en el mismo periodo de 2019, cuando vinieron 1,2 millones. Y 130.000 menos que en los tres primeros meses de 2020 (dos meses y medio, en realidad).
Los viajeros de negocios que acceden de países fronterizos a España son los que están evolucionando de una manera menos negativa.
El mercado emisor que más se ha desplomado es el del Reino Unido. En los tres primeros meses de este año han venido a España 61.500 personas desde este país por motivos de trabajo. Son 100.000 menos que en 2019, lo que supone una caída del 62%.
Frente a un descenso del número de turistas de negocios del 42% en el primer trimestre respecto a los niveles pre-pandemia, el gasto de estos visitantes ha bajado menos. En concreto un 33% (845 millones de euros, frente a 1.263 millones).
Esto se debe a que, aunque vienen menos personas, éstas incrementan su gasto medio y sus días de estancia en España.
Conviene puntualizar que el turista de negocios tiene mayor poder adquisitivo y un gasto medio superior al del que viaja por ocio. En lo que va de año su gasto medio por persona ha sido de 189 euros al día, frente a los 147 euros del visitante vacacional.
De la evolución del turismo de negocios y su consumo dependen miles de millones de euros. En el año 2019 estos visitantes se dejaron 6.042 millones en España. Si al final de 2022 se mantiene la relación del primer trimestre, de un 33% menos de desembolso, el año se cerraría con un gasto total en torno a los 2.000 millones.
Esperemos que los viajes de trabajo no se queden atrás de la mejoría que está experimentando el turismo. Si se extrapola lo ocurrido en estos tres primeros meses de 2022, el gasto de los desplazamientos por negocios al cerrar el ejercicio sería 4.000 millones de euros inferior al de un año ‘normal’.
Y semejante pérdida no sería nada positiva para la recuperación de un sector como el turístico, cuyo peso en el conjunto de la economía ha caído desde el 12,4% del PIB de antes de la pandemia al 5,5%.