La presencia de turistas extranjeros en Madrid y las imágenes de muchos de ellos de fiesta e incumpliendo toda medida sanitaria contra el coronavirus puede que lleven a más de uno a preguntarse si realmente es necesario mantener abierto España a ciudadanos que proceden de países con cifras preocupantes, especialmente, en un momento en el que los españoles tienen restringida la movilidad por Semana Santa y cuando la covid-19 sigue costando vidas en nuestro país (74 420, según los últimos datos del Ministerio SanidadDe hecho, la polémica ha dividido a los políticos de la región y Francia ya se ha pronunciado al respecto a través de Gautier Lekens, encargado de negocios de la embajada en España. Ante las acusaciones del "turismo de borrachera", "desaconseja rotundamente viajar a España por razones de ocio", recordando que su objetivo ha sido siempre "luchar, con el Gobierno de España y las comunidades autónomas, contra la pandemia". Pero, incluso en este escenario, ¿puede un país como España prescindir del Turismo?
Tal como señala a Informativos Telecinco Emilio José González González, profesor del Departamento de Economía de la Facultad de ciencias Económicas y Empresariales (ICADE) de la Universidad Pontificia Comillas.
“En el caso español, el Turismo es fundamental. Hay que tener en cuenta que no es solamente la actividad turística de que una persona se aloje en un hotel y consuma en un restaurante y en un bar, es que también está relacionado con actividades de ocio como ir a parques de atracciones y está relacionado también con compras en comercios. Entonces, si cogemos los últimos datos previos al coronavirus, que son los de 2019, vemos que estas tres actividades, Hostelería, Comercio y Turismo, han representado el 21,4% del PIB de 2019 y el 28% del empleo. Si impedimos la llegada de turistas, tenemos un problema con un sector que es intensivo en trabajo por todo lo que afecta”, explica González, añadiendo que “tendremos que empezar a plantearnos que hay que abrir el país y hay que permitir la movilidad de la gente”.
“Podemos arriesgarnos a una oleada sabiendo que si no lo hacemos, lo que no tenemos es ingresos en la parte más importante de la economía española con los que financiar prestaciones por desempleo, sistemas de pensiones, etc”, argumenta, explicando que, además, “el virus no nos viene solamente porque los turistas lleguen a España, nos viene también porque las cepas africanas vienen de los inmigrantes. Entonces, en ese sentido, seguimos abiertos, los aeropuertos siguen abiertos y las cepas siguen entrando con Turismo y sin Turismo”. Por tanto, considera que “probablemente, vamos a tener que empezar a pensar que tenemos que tratar con él (el coronavirus) de otra forma” ya que “lo que no podemos hacer es seguir hundiendo la economía”.
En España, “no tenemos alternativas al Turismo, honestamente, a corto plazo, y tú no cambias unos sectores económicos, no cambias una economía, de la noche a la mañana”. “Tú no tienes hoy una economía basada en el Turismo y basada en las actividades que tienen que ver mucho con las relaciones personales y con el trato personal, como es la Hostelería o el Comercio, para convertirlo mañana en una economía digital. No lo puedes hacer porque hay que hacer inversiones, tienes que tener empresas que actúen, empresas que tengan recursos y que puedan conseguirlos y tienes que tener gente que esté formada para ello y la gente que está trabajando en los sectores del Turismo, del Comercio, etc. está formada para eso, es decir, el que es camarero es camarero, el que es cocinero es cocinero y no le puedes pasar de la noche a la mañana a hacer otro tipo de actividades. Entonces, no podemos hacer el cambio de la noche a la mañana, no nos lo podemos permitir”, indica el profesor que cree que también se debe de permitir el Turismo nacional ya que “tanto en los periodos vacacionales de verano, Semana Santa y Navidades como en los puentes, (los españoles) generan actividad económica en muchas zonas”.
Así, con los cierres perimetrales por CCAA, “como la gente se está quedando en Madrid están yendo muy bien todos los negocios de Hostelería y de Restauración de Madrid porque la gente está gastando aquí, pero eso está haciendo que en otras provincias estén yendo bastante mal”. “Creo que es un error bastante importante porque no vamos a conseguir detener con este tipo de medidas la expansión del coronavirus porque, además, no solo viene porque vengan los turistas, sino porque las cepas mutan, porque vienen también inmigrantes, porque viene por personas que vienen por trabajo… Esto ha llegado de muchas maneras y no solo a través del Turismo y sigue llegando de otras formas y no solo del Turismo”, sentencia.
En este sentido, apunta, “estamos arruinando la economía española que depende esencialmente de ello (del Turismo). Lo que podría salvarla es el permitir el Turismo internacional y el permitir también los movimientos internos entre CCAA para que la gente pueda disfrutar de unos días de asueto y pueda ayudar a relanzar estos sectores que son tan intensivos en empleo”, que se han visto perjudicados “en términos de igualdad” ya que “a quien está castigando más es a las mujeres y los jóvenes porque son intensivos en empleo femenino y juvenil” y “estamos provocando también el cierre de pequeñas y medianas empresas como consecuencia de todas estas medidas porque no tienen capacidad de aguante, porque no pueden endeudarse mes tras mes para poder sobrevivir y esas empresas desaparecen y los puestos de trabajo que desaparecen no se van a volver a crear, por lo que estamos alimentando también situaciones de desempleo y que nos van a hacer mucho más difícil superar la crisis porque nos van a faltar empresas que nos saquen delante de todo esto”.
Por otro lado, González tiene “esperanzas vanas” en que el Turismo llegue a los niveles de la era de antes del coronavirus con el certificado de vacunación que el Gobierno planea tener “listo para junio”, según ha asegurado el jueves la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. En este asunto, el profesor considera que se debe tener en cuenta el tipo de vacuna que se va a poner y si la gente va a poder y querer viajar. “Nos olvidamos de que hay gente que puede volver a la normalidad perfectamente, pero hay personas con secuelas psicológicas de todo lo que está sucediendo, si ha pasado el coronavirus o si no lo ha pasado porque puede tener miedo a viajar y a viajar a países donde pueda haber colapsos de sistemas sanitarios”, subraya, agregando que “todo esto está provocando crisis económica no solo en España, sino en todos los países europeos. Y si estamos en situación de crisis, la gente tampoco tiene tanto dinero para gastar fuera, para gastar en vacaciones o para gastar en otro tipo de cosas que no sea, pues, sobrevivir hasta que puedan encontrar trabajos”.
Así, “no es posible hacer previsiones” ya que “nos estamos enfrentando a una situación completamente desconocida para nosotros y en la que se está actuando de una forma completamente nueva que es el parón completo de la economía y que no sabemos todavía qué consecuencias va a tener”.
De hecho, incluso el Banco de España se ha visto obligado a rebajar sus estimaciones de crecimiento del PIB para este año como consecuencia de los rebrotes y de las nuevas medidas restrictivas adoptadas desde enero además de por el retraso de los fondos europeos. En concreto, ahora estima un crecimiento del 6% en 2021 en el escenario central, ocho décimas menos que en diciembre. "La bajada de las previsiones de crecimiento económico están en consonancia con las que está haciendo el FMI, la Comisión Europea o la propia OCDE", señala González, recordando que no es tan fácil hacer previsiones si tenemos en cuenta que "dependen de que la gente quiera volver a viajar y pueda volver a viajar sin temor al coronavirus y tenga los medios para ello".
Además, opina que “la incertidumbre política que hay en España” no ayuda a relanzar la economía. “Es un Gobierno que, estamos viendo que no es muy favorable a las empresas. No está dando ayudas a las empresas, no está apoyando a las empresas ni a los autónomos. Un ejemplo clarísimo es: en Francia, cuando empezaron los problemas del coronavirus, lo primero que se hizo fue aprobar una moratoria al pago de alquileres a las empresas. En España no se ha hecho y, como consecuencia de ello, en Francia, sobreviven pymes y autónomos y, en España, no. En otros países, hay muchas ayudas a los autónomos y a las pymes y, en España, prácticamente, para los autónomos no hay nada y para las pequeñas y medianas empresas hay pocas y, sobre todo, son ayudas en forma de avales para que se endeuden pero no para que puedan sostener directamente”, dice.
A ello se suman, “algunas normas como toda la normativa en materia de okupación, que lo que está haciendo es que se marche toda la inversión extranjera y está suscitando muchas dudas sobre lo que es la orientación política de este Gobierno de cara a que pueda venir inversión extranjera que pueda venir para arrancar el país” y “la incertidumbre enorme en el sentido en que estamos viviendo que en la coalicción del Gobierno hay muchas fricciones internas, que no se sabe lo que va a durar, y que estamos viviendo un enorme problema institucional con enfrentamientos entre Gobierno central y CCAA y con enfrentamientos en coaliciones del Gobierno en las CCAA tanto en aquellas en las que están presentes Ciudadanos, PP, Vox como en las que están presentes Podemos y PSOE".
“Todo eso suscita muchas incertidumbres en torno a la economía española que están alejando a la inversión extranjera, que es tan necesaria para que pueda remontar la economía. Están sembrando muchas dudas en cuando a la posible inversión española, en cuanto a que no se sabe cómo va a ser el futuro, qué leyes van a venir, cómo va a ser los impuestos ni nada por el estilo”, recalca.
Por último, sobre los fondos europeos, que, insiste, “aún no están aprobados”, recuerda que “no son fondos que vayan a venir para pagar pensiones o prestaciones por desempleo o ERTE porque van a estar muy controlados y porque los países que están poniendo dinero están diciendo que se controle muy bien en qué se está gastando, especialmente, en países como España e Italia”. Además, “no hay que olvidar que la ayuda de la UE es cofinancianción y que las autoridades españolas tienen que poner dinero y que las empresas españolas tienen que poner dinero”. En este sentido, el profesor considera que “tenemos problemas” como “de dónde sale el dinero que hay que poner en este país y bajo qué circunstancias van a poner dinero las empresas teniendo en cuenta que hay muchísima incertidumbre sobre la política económica, sobre el futuro, sobre las acciones que se pueden llevar a cabo porque todo el tema de permitir, como se está permitiendo, la okupación y demás está atentando a los derechos de propiedad y eso es una cosa que aleja las inversiones”.
En su opinión, estos fondos deberían ejecutarse “con planes concretos que presenten las empresas de desarrollo, es decir, por un lado, lo que es la transición energética, pero, sobre todo, lo que es la transformación digital de la economía”. Para ello, “se debe de empezar a dar más importancia a la pequeña y mediana empresa que a la grande, porque precisamente la grande tiene recursos más que de sobra para poder invertir y la pequeña y mediana empresa es la que necesita ese tipo de ayudas para hacer esa transformación digital y es la que es más intensiva en generación de puestos de trabajo. En segundo lugar, que esto no se tiene que aplicar con criterios geográficos, sino en función de proyectos y no pensando en si tal o cual autonomía gobierna un partido o gobierna otro, sino hacer abstracción de todo ello. Entonces, tiene que apostarse muy fuertemente por ello y se tiene que apostar muy fuertemente también por la recualificación de las personas, por los cursos de formación para que las personas puedan encontrar trabajo en todo lo que tiene que ver con la utilización de las nuevas tecnologías” porque, concluye, “si queremos hacer la transición digital no tenemos que tener solamente empresas que lo hagan, sino también personas que sean capaces de trabajar con las herramientas digitales”.