No resultó la presentación sobre ruedas que esperaba Elon Musk, que se quedó a cuadros cuando los cristales de su flamante nuevo prototipo, el Cybertruck, se rompieron en la prueba de resistencia que habían pasado durante los ensayos.
Sorpresa mayúscula también para el voluntario que tiró la piedra que, supuestamente, tendrían que resistir unos a priori fortísimos cristales. Veremos si es una anécdota o un preludio de mala suerte para el nuevo pickup eléctrico, la nueva apuesta de Tesla con la que quiere marcar el paso en el mercado de los vehículos eléctricos.
Es más que un modelo de vehículo, es casi una seña de identidad del mercado en Estados Unidos y ahora Tesla apuesta por él. La compañía de Elon Musk acaba de revelar el diseño de su primer modelo de pickup, la característica furgoneta con la parte de atrás descubierta.
El nuevo modelo desafía a los grandes de la automoción en Estados Unidos, que venden unos tres millones de unidades anuales en este segmento. Así que General Motors, Ford y Fiat Chrysler lo miran con recelo. El precio de salida cuando se comercialice en 2021 será de unos 36.000 euros, algo menor de lo esperado, en su gama más baja. Por este precio, Tesla ofrece una autonomía de 400 kilómetros, una capacidad de remolque de 3.400 kilos y una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,5 segundos. La autonomía podrá alcanzar hasta 800 kilómetros en los modelos de gama más alta, que se disparan sobre los 60.000 euros.
Lo que puede restar aceptación es su diseño futurista en un mercado duro y muy consolidado asociado al estilo de vida de Estados Unidos. La línea recuerda a los vehículos de Blade Runner, en los que Musk se ha inspirado.
"Durante más de 100 años las camionetas han sido básicamente las mismas, difíciles de distinguir unas de otras", afirmó Elon Musk en el centro de diseño de Hawthorne, en los Ángeles, durante la presentación del prototipo y fue aún más allá: "esto no se parece a nada de lo anterior". Algo que parece innegable.