La crisis de coronavirus ha puesto de manifiesto que el trabajo presencial ya ha perdido el peso que tenía antes de la pandemia y desde las empresas comprueban que aquello que parecía imposible, el teletrabajo, es el futuro.
Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid revela que en España solo el 32% de los trabajos pueden realizarse desde casa. La economía española es "especialmente vulnerable" debido a que es muy dependiente de actividades como el turismo, la hostelería o la construcción, lo que hace que su propensión al teletrabajo sea menor.
Así lo han señalado los autores del estudio, los economistas de la Universidad Complutense Juan Gabriel Rodríguez y Raquel Sebastián y el de la Universidad de Oxford Juan César Palomino, que han analizado si España está preparada para el teletrabajo.
Desde una perspectiva general, los economistas han constatado que "la pandemia ha hecho más por la implantación del teletrabajo que todos los llamamientos previos realizados para favorecer la conciliación familiar o el cambio climático".
En relación con la Unión Europea, España es el quinto país de la Unión Europea (UE) peor preparado para el teletrabajo, ya que solo supera a Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Hungría. Por el contrario, los países que están en mejores condiciones para teletrabajar son Luxemburgo, Suiza, Suecia y el Reino Unido.
Los economistas encuentran una relación clara que refleja que los empleos de alta cualificación y salario son "más propicios para teletrabajar", y comprueban el "elevado nivel de correlación entre la posición ocupada en la distribución salarial y la probabilidad de poder trabajar desde casa".
El estudio construye un índice sobre la posibilidad de trabajar desde casa en función de diferentes parámetros: la región en que se habita, la edad, el sexo, el tipo de contrato o la formación. En lo que respecta a España, Madrid con un índice de teletrabajo de 0.43 es la única región que está por encima de la media europea (0.38), encontrándose después, aunque a bastante distancia, Cataluña (0.36), Islas Canarias (0.33) y País Vasco (0.33). Por la parte baja se sitúa Castilla y León (0.24), Extremadura (0.25) e Islas Baleares (0.25).
De acuerdo con su probabilidad para teletrabajar, las mujeres son menos vulnerables al distanciamiento que los hombres a lo largo y ancho de todo el territorio español. No obstante, la dispersión por regiones es de nuevo elevada, así la diferencia entre ambos sexos va desde los 6 puntos porcentuales en Madrid hasta los 45 puntos porcentuales en Navarra.
Por tipo de trabajo, los trabajadores a tiempo parcial o con contratos temporales presentan probabilidades para teletrabajar mucho menores que sus homólogos a tiempo completo o con contratos indefinidos.
Por último, se observa una fortísima relación positiva entre el nivel educativo y la probabilidad para teletrabajar en todo el país. Mientras que la probabilidad de trabajar desde casa de un trabajador con solo educación primaria es como máximo de 0.13 (Madrid), la de un trabajador con estudios secundarios es 0.28 (Cataluña), y con estudios universitarios de 0.61 (Madrid).
UGT ha urgido a la patronal de empresarios a negociar una nueva normativa que regule el teletrabajo para favorecer esta opción a empresas y trabajadores en los convenios colectivos.
En un comunicado, el sindicato ha recordado este miércoles que de los convenios firmados en 2019 tan solo el 4,16 % recogen o pactan condiciones de teletrabajo que afectan a 376.863 trabajadores y ha señalado que el confinamiento ha abierto una oportunidad para regular el trabajo no presencial, pero con garantías y protección.
"El confinamiento provocado por el coronavirus ha supuesto un impulso acelerado y obligado del teletrabajo, pero sin manual de instrucciones, ni normas, ni medios adecuados", ha señalado UGT, que ha instado a la patronal a abordar "cuanto antes" esta materia que debe ser una oportunidad para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.
Señala que los acuerdos que se alcancen en la Negociación Colectiva entre patronal y sindicatos deberían trasladarse posteriormente al diálogo social con el Gobierno para establecer una normativa que garantice la formación permanente en competencias digitales, el control del tiempo de trabajo (a través de un registro horario) o su derecho a la desconexión.
UGT recuerda que en 2019 se firmaron 1.130 convenios con cláusulas cualitativas que afectan a 2.456.555 personas trabajadoras y que los convenios que recogen textos en relación con el teletrabajo fueron solo 47.
"El teletrabajo apenas ha sido una opción para nuestras empresas...y España sigue siendo uno de los países más retrasados en afrontar esta realidad", ha insistido.