La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero ha asegurado que el compromiso del Gobierno con los pensionistas es contundente y les pidió tranquilidad, pues, pese a los elevados niveles de inflación, sus pensiones se revalorizarán en 2023 con el IPC, aunque éste alcance este año los dos dígitos. En todo caso, María Jesús Montero ha subrayado que el Gobierno trabaja para que la inflación media de 2022 esté "muy alejada" de ese escenario de dos cifras y su tasa se estabilice a lo largo del segundo semestre.
La ministra recordó que la reforma de pensiones comprometida con Bruselas y que lleva en vigor desde principios de enero establece que las pensiones se revalorizarán con el IPC interanual de noviembre, por lo que habrá que esperar a entonces para cuantificar el coste de esta medida en los Presupuestos Generales del Estado de 2023. "Hemos cambiado una ley en la que se plantea que la revalorización de las pensiones sea conforme al IPC y la cumpliremos, pero tenemos que esperar a aproximarnos a ese mes de noviembre para tenerlo previsto en el Presupuesto de 2023", agregó.
La ministra apostilló que, aunque se desconoce cómo evolucionará la inflación en los próximos meses, los pocos análisis que hay al respecto apuntan a que en el segundo semestre del ejercicio "se podría estar produciendo una estabilización de la inflación para cerrar el año con un dato que no sea ni mucho menos parecido al experimentado en el primer trimestre".
Montero apuntó además que la inflación subyacente, "que no está contaminada por los precios energéticos, se encuentra muy lejos de los dos dígitos que están viviendo algunos países y enfatizó que cuanto antes acabe la guerra en Ucrania, antes bajará la inflación en el continente.
Fedea ha calculado que actualizar las pensiones en 2023 con una inflación media del 6% costaría unos 18.000 millones más a las arcas públicas. En total, el Estado tendrá que poner 188.500 millones de euros, lo que significa el 14% del PIB, 1,7 puntos más que el nivel prepandemia.
Otro gabinete de estudios, Funcas, calculó que con una inflación del 7% el gasto ascendería en 10.000 millones el año que viene, aproximadamente lo que la Seguridad Social gasta en un mes en la nómina de los pensionistas.