La banca española se prepara para una nueva oleada de despidos: en los últimos días han sido dos de las grandes entidades del panorama nacional las que han anunciado un próximo ERE: Caixabank y BBVA. Este proceso tiene mucho que ver con la digitalización del sector: la apuesta pasa por contar con menos oficinas y con menos personal, algo que irremediablemente supone un ajuste de la plantilla. También se alega la necesidad de evitar duplicidades fruto de procesos de fusión, así como, en el caso de CaixaBank, la existencia de pérdidas relacionadas con los tipos negativos desde 2016. Del lado de CaixaBank, se habla de unos 8.300 despidos, el mayor ERE de la historia de la banca española ; del de BBVA, de 3.800 ceses. Además, se cerrarán 1.500 en la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y 530 en la de Carlos Torres. ¿Quiénes se verán afectados por estos recortes? ¿Cuáles son los salarios de los altos cargos de la banca?
Es previsible que los trabajadores más afectados sean el personal asociado a tareas más mecánicas, evitando descapitalizar el talento, y esto incluye a los altos cargos. Mientas, desde el propio Gobierno consideran “inaceptables” estos recortes teniendo en cuenta que, tal y como señaló la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, los directivos se embolsan “altos sueldos y bonus”. Pero hay que tener en cuenta que el Gobierno ha sido el que ha dado luz verde a la fusión y era consciente de los recortes.
Y como deja claro en un revelador artículo Carlos Segovia en El Mundo, el Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (Frob), que controla Calviño, ostenta el 16% del capital y tiene una representante en el Consejo de Administración de CaixaBank. Es decir, que siendo evidente que la ministra tienen razón en la necesidad de no descapitalizar el valor humano de las compañías -y menos en tiempos de crisis como ahora- y en poner el foco en los sueldos extraordinarios de los altos cargos -no siempre al nivel de su desempeño como bien demostró la crisis bancaria-, la realidad es que dar luz verde a la fusión era sinónimo de despidos y el Gobierno lo sabía.
De hecho, fue el Gobierno de Mariano Rajoy, con Luis de Guindos al frente del Ministerio de Economía, el primero en poner límites a los sueldos de los banqueros, pero lo hizo únicamente en las entidades que recibieron ayudas. Los accionistas son los encargados de aprobar la política de remuneraciones de cada entidad y el Banco Central Europeo, como supervisor de los principales bancos, solo puede limitar el pago de bonus si ponen en peligro la solvencia de la entidad. Queda ahora por ver si el Gobierno es capaz de establecer algún tope a los emolumentos de los banqueros.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ganó 6,8 millones de euros en 2020 entre sueldo y pensión - el año anterior había ganado 9,95 millones-, mientras que su homólogo en BBVA, Carlos Torres, percibió 4,09 millones en el mismo periodo -un 44% menos que el año anterior, al renunciar a la totalidad de la retribución variable-. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, cobró 2,83 millones - un 24,6 % menos, debido a que, al igual que la alta dirección, renunció a la remuneración variable por la crisis de la Covid-19-. El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ganó 1,99 millones en 2020 y el consejero delegado, Jaime Guardiola, 1,46 millones, un 20 y un 23 % menos que el año anterior, respectivamente, tras renunciar al cobro de la retribución variables. Así se recoge en el informe anual sobre remuneraciones de los consejeros remitido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El sueldo más bajo fue el del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que ascendió a 500.000 euros, si bien la entidad tenía limitados los sueldos de su cúpula por las ayudas recibidas, circunstancia que no aplica tras su llegada a CaixaBank. Como nuevo presidente de la entidad, el banquero verá más que triplicado su salario, hasta un sueldo fijo de 1,65 millones.
No todos los sueldos son iguales en la alta banca. Según el estudio de remuneración salarial llevado a cabo por PageGroup, los sueldos anuales del sector de banca privada y grandes capitales oscilan entre los 60.000€ y los 250.000 euros anuales, según el puesto.
Si atendemos a lo que indica el Convenio colectivo para las cajas y entidades financieras de ahorro, el salario base para los cargos del Grupo I de la banca es de 31.784,09 al año, más complementos que pueden incrementar significativamente esta cifra a través de, por ejemplo, bonus anuales por desempeño y rendimiento.
Además, hay que tener en cuenta que existen los denominados contratos de alta dirección, que son aquellos que se aplican no a los mandos intermedios, sino a quienes están en disposición de administrar los bienes de la empresa y tomar decisiones en cuanto a su gestión y autonomía. En estos casos, las relaciones laborales son especiales, ya que estas personas cuentan con una amplia autonomía y plena responsabilidad y poder de decisión propio en el desarrollo de su trabajo, respondiendo por su gestión únicamente ante los órganos superiores de gobierno y administración de la entidad.
Por ejemplo, en el caso de CaixaBank, cada integrante de su cúpula cobró de media en torno a 310.000 euros en 2020, una cifra sensiblemente inferior al caso de Bankia, con 312.903 euros de media el pasado año. En el caso de BBVA, esta media ascendió a 452.741 euros durante 2020. Con todo, la entidad que mejor pagó a sus directivos no fue ninguna de ellas, sino Santander, con 581.923 euros de media también durante 2020 y en el ámbito de su alta dirección.
Dejando fuera estos casos especiales, si nos centramos en el último Convenio Colectivo del sector, su escala salarial anual, referida a doce mensualidades, se incrementará en el 0,75 por ciento con efectos a partir de 1 de enero de 2022 para el período comprendido entre 1 de enero de 2022 y 31 de diciembre de 2022, es decir, un salario base de 32.022,47 euros anuales. Para 2023, si nada cambia, esta suma aumentará hasta los 32.342,69 euros anuales.
En concreto, el salario base del Grupo I se refiere a “quienes, estando incluidos dentro del ámbito de aplicación del presente convenio colectivo, estén a su vez vinculados directamente con la actividad financiera, crediticia y cualquier otra específica de las Cajas de Ahorros, y desempeñen funciones o trabajos de dirección, ejecutivas, de coordinación, de asesoramiento técnico o profesional, comerciales, técnicas, de gestión o administrativas”.
En general, la estructura legal del salario está formada por el salario base y sus complementos, que pueden ser de antigüedad, por puesto de trabajo, y por calidad y cantidad de trabajo. También se aplican pagas estatuarias de estímulo a la producción y de participación en los beneficios de los resultados administrativos. Pueden aplicarse también complementos de vencimiento periódico superior al mes, y un plus de residencia.
Por otro lado, en el ámbito de cada empresa, y mediante acuerdo con la persona trabajadora, se podrá sustituir parte del pago en metálico del salario o sueldo base por las siguientes retribuciones en especie: equipos informáticos, seguros médicos, así como guardería, o cualquier otro bien o servicio que se establezca, sin alteración de la cuantía anual del salario establecido en el convenio, ni de la naturaleza jurídica del concepto sustituido, y dentro de los límites vigentes en cada momento para la percepción del salario en especie.
Cabe recordar que el Banco Central Europeo (BCE) ya señaló durante 2020, en calidad de supervisor bancario de la UE, que las entidades del Viejo Continente debían aplicar una “moderación extrema” en el pago de bonus en el pasado ejercicio, llegando a amenazar con intervenir en los casos en los que no se sigan sus directrices al respecto. “En la mentalidad de conservación del capital que estamos tratando de inculcar en los bancos, creo que esperamos que ejerzan una moderación extrema sobre la remuneración variable”, apuntó en su día Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del BCE en una entrevista con el diario Financial Times.
Precisamente BBVA anunció el pasado ejercicio la retirada de toda su retribución variable de 2020, como “un gesto de responsabilidad” para mitigar el impacto económico del Covid-19. También CaixaBank anuló el bonus de 2020 a toda la alta dirección.
Según el estudio de remuneración salarial llevado a cabo por PageGroup, los sueldos anuales del sector de banca privada y grandes capitales oscilan entre los 60.000€ y los 250.000 euros anuales, según el puesto.