El Gobierno quiere eliminar en 2050 todos los vuelos cortos cuyos trayectos puedan completarse en menos de 2 horas y media en tren para frenar las preocupantes previsiones climáticas para el futuro de España.
En menos de 30 años, los viajeros podrían comenzar a pagar un impuesto en función de la cercanía de sus destinos. Algunos trayectos nacionales, como los que se realizan entre Madrid y Barcelona y los vuelos con los archipiélagos de Canarias y Baleares no se verían afectados por la medida.
El trayecto Madrid-Valencia es uno de los que se vería afectado y, por tanto, el puente aéreo entre las dos ciudades tendría que llegar a su fin.
El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el día 19 de mayo el inicio de las conversaciones con el resto de instituciones del Estado para diseñar un plan para España. El objetivo, aseguró en la presentación del Informe España 2050, es abrir una reflexión colectiva y plural sobre los retos de futuro del país tras la pandemia de coronavirus.
En este sentido, la sostenibilidad y la reducción de emisiones se plantean como uno de los principales obstáculos a superar. Junto a esta medida, el Gobierno se propone reducir el tiempo de trabajo, luchar contra la economía sumergida y reforzar el modelo productivo para equiparar el PIB español al de los países de su entorno.
El más que probable envejecimiento de la población debido a un aumento en la esperanza de vida y un descenso en la tasa de natalidad hará tambalearse al sistema de pensiones. En este desafío el Gobierno ha observado sin embargo una oportunidad para destinar más dinero por alumno en materia de educación debido a una disminución de la población en edad de estudiar.
Con todo ello, la educación, la sostenibilidad climática y económica, la repoblación rural y la mejora de la productividad, se presentan como los mayores retos que deberán resolverse en España en las próximas 3 décadas.