La inflación sigue imparable. El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió en el mes de febrero un 0,6% frente a enero lo que ha elevado su tasa interanual hasta el 7,6%, la más alta en 35 años. El aumento de los precios en las bebidas, los alimentos, la luz y los carburantes han sido los factores que han disparado la inflación, según ha señalado el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Que la inflación suba significa que los ciudadanos tienen que pagar más por su cesta de la compra (aunque haya trucos para ahorrar o por sus gastos mensuales como pueden ser la factura de la luz o del gas. Esta subida afecta directamente en día a día de los españoles porque sus salarios no aumentan por lo que con el mismo dinero tienen que pagar más; “lo que disminuye su capacidad de ahorro y aumenta el endeudamiento. La inflación impacta directamente en el ahorro de los ciudadanos, pero también en otros productos financieros como los prestamos al consumo o las hipotecas”, señala Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro
La subida de la inflación no tiene una relación directa con el precio de las hipotecas, pero estos préstamos también se ven afectados cuando la inflación sube. Si los precios aumentan, los ciudadanos pierden poder adquisitivo lo que quiere decir que les cuesta más afrontar sus gastos mensuales y esto sí que afecta a las hipotecas.
Cuando se va a pedir un préstamo para la compra de una vivienda, el Banco de España recomienda que el endeudamiento no supere el 30% o el 35% de los ingresos mensuales. Esto quiere decir que un ciudadano con unos ingresos de 1.000 euros al mes no debería dedicar más de 300 o 350 euros para pagar sus cuotas de hipoteca. Si paga más con ese salario estaríamos hablando de un perfil un endeudamiento alto que en un momento de alta inflación podría enfrentarse a grandes dificultades para llegar a final de mes.
“Hay que recordar que venimos de una época de tipos ceros desde 2016, por lo que una subida del precio del dinero unida a la inflación va a encarecer las hipotecas. En realidad, la subida de los tipos se va a realizar por el escenario actual inflacionista, si no estuviéramos en esta situación es posible que aun tuviéramos por delante varios meses de tipos cero” destaca Simone Colombelli.
La previsible subida de tipos de los bancos va a terminar con la época dorada de las hipotecas. En los últimos tres años los ciudadanos han podido contratar, sobre todo hipotecas fijas a unos tipos de interés que nunca se habían visto. “Hemos estado en tipos muy bajos, con hipotecas fijas en torno al 1% y en perfiles buenos por debajo de cero. Esto hace unos años era imposible verlo. En el caso de las hipotecas variables se han dejado de contratar porque eran menos competitivas con un euríbor en negativo”, apunta el director de hipotecas de iAhorro.
Otro de los efectos que vamos a observar en los próximos meses va a ser la subida del euríbor lo que va a encarecer las cuotas mensuales de los ciudadanos. En los últimos 6 años, cada vez que un ciudadano con una hipoteca variable tenía que revisar su préstamo se beneficiaba de una rebaja porque el euríbor seguía bajando, sin embargo, con el cambio de tendencia actual las revisiones serán el alza. “Esperamos que lo que queda de año el euríbor siga en negativo, pero la realidad es que cada vez se está acercando más a cero. Habrá que ver como evolucionan las políticas del BCE en los próximos meses”, concluye Simone Colombelli.