El aceite de oliva es uno de los productos más consumidos por los españoles y sus denominaciones y tipos están debidamente regulados. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe analizando en laboratorio un gran número de marcas para establecer su calidad. Este año, en su estudio de 39 marcas de aceite de oliva virgen extra han determinado que dos de ellas no cuentan con los requisitos exigidos para exhibir esa denominación.
El informa de la OCU estaba centrado en el análisis de aceites de oliva virgen extra de venta en supermercados, donde muchos de ellos se venden bajo la propia marca del establecimiento. No se trata de productos premium o gourmet, pero muchos de ellos destacan por su alta calidad. Sin embargo, dos de las marcas, concretamente Borges y Olivar de Segura, son simplemente virgen, no responden a los criterios exigidos para llevar la etiqueta comercial 'extra'.
Entre todos los tipos de aceite de oliva que existen en el mercado, el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es, sin duda, el de mayor calidad y, por lo tanto, suele ser el más caro. Este tipo de aceite se elabora de la misma forma que el aceite de oliva virgen, con procedimientos físicos como el prensado, lavado, decantación, centrifugación y filtración de la aceituna, pero sin nada de refinado. Pero la diferencia entre ambos se da por su acidez y su sabor.
En el caso del aceite de oliva virgen extra (AOVE) la acidez tiene que estar en un máximo de 0,8 grados, y en el análisis organoléptico se debe determinar cierto frutado y que no se observe ningún defecto. En aceite de oliva virgen es un aceite que puede tener un grado mayor de acidez mayor, hasta los 2 grados, y puede mostrar algún defecto mínimo en su olor o sabor.
Como nos recuerda la OCU "la determinación de la calificación extra se obtiene en un análisis organoléptico realizado por catadores especializados en laboratorios acreditados y siguiendo el procedimiento que marca un reglamento europeo. Solo pueden ser clasificados como virgen extra los aceites que en la cata se determine que tienen cierto frutado y no presenten ningún defecto en el sabor (se trata de defectos solo detectables por un catador entrenado, no por un consumidor)".
El caso de los productos de Borges y Olivar de Segura sí que presentan defectos, confirmados en posteriores análisis, por lo que la OCU ha denunciado a las empresas productoras por fraude en el etiquetado ante las Comunidades Autónomas para que sean sancionadas.
A pesar de la presencia de estas dos marcas que realmente no son AOVE entre las 39 analizadas, el resultado del análisis es realmente positivo. Este informe es el sexto que elabora la OCU desde el año 2000 y el último, realizado en 2018, generó mucho revuelo ya que de las 41 marcas de aceite de oliva virgen extra que se llevaron a laboratorio, 20 resultaron ser simplemente vírgenes. La mitad de ellas en aquel año fueron denunciadas por fraude en el etiquetado.
Un escenario mucho mejor este año donde los resultados de calidad de los otros 37 aceites virgen extra son más que dignos. Los dos productos que se sitúan como mejores aceites en el análisis son el aceite Oleoestepa, con Denominación de Origen de Estepa, que ha obtenido una calificación muy buena, con una puntuación de 89 sobre 100 en su presentación en botella de PET de 1 litro, con un precio de referencia está en los 4,99 euros/litro. Tras él, el aceite Auchan, de venta en supermercados Alcampo, en botella de vidrio de 750 ml, que obtiene una muy buena puntuación de 86 sobre 100 (el litro sale por 4,89 euros).