Los bancos virtuales (entidades que operan exclusivamente o casi a través de Internet) han conseguido hacerse un hueco dentro del competitivo mercado hipotecario español. Financieras como ING, EVO Banco o Coinc, además de otras algo menos conocidas como Pibank, Hipotecas.com o MyInvestor, disponen de un amplio catálogo de hipotecas online con condiciones muy competitivas; algunas incluso mejores que las de la banca tradicional. Pero, ¿realmente es conveniente contratar por Internet un préstamo para la compra de una vivienda?. Desde el comparador bancario HelpMyCash.com repasan los pros y los contras de solicitar una hipoteca a este tipo de entidades.
Según los expertos de este comparador, la principal ventaja de contratar la hipoteca de un banco online es, precisamente, que casi todo el proceso de solicitud puede completarse a través de Internet. Esto permite al cliente hacer todos los trámites sin necesidad de salir de casa, lo que le ahorra riesgos (menos exposición a la covid-19) y tiempo en desplazamientos. Con una entidad tradicional, en cambio, generalmente es necesario acudir a la oficina para pedir información, tramitar la solicitud y entregar los documentos pertinentes.
Aunque el procedimiento puede variar ligeramente de una entidad virtual a otra, generalmente siempre hay que seguir unos pasos determinados para pedir una hipoteca online. Para empezar, hay que entrar a la página web del banco y consultar las características de sus préstamos hipotecarios. En caso de que las condiciones ofrecidas le parezcan interesantes, el usuario puede ponerse en contacto con la financiera mediante un formulario, en el que debe indicar diversa información (edad, ingresos, tipo de vivienda…).
A partir de ese momento, el banco contactará con el cliente (por correo electrónico o por su propia plataforma o aplicación) y le pedirá que le envíe la copia de ciertos documentos (nóminas, declaración de la renta…) para estudiar su perfil, además del informe de tasación de la vivienda que quiera adquirir. Si el análisis es positivo, la petición será aprobada y se podrá firmar la hipoteca ante notario, algo que sí debe hacerse presencialmente.
A lo largo de todo este procedimiento, el cliente puede contactar con la entidad por teléfono o por correo electrónico para resolver cualquier duda. Algunos bancos online (Openbank, ING, Hipotecas.com...) asignan un gestor personal a cada solicitante para esta finalidad, mientras que otros (Coinc, MyInvestor…) disponen de un equipo centralizado de atención al cliente.
La agilidad en la contratación, no obstante, no es la única ventaja que ofrece la banca online. Y es que sus hipotecas, normalmente, tienen un interés competitivo parecido al que aplican las entidades tradicionales; a veces, hasta más bajo. Además, por lo general, incluyen menos comisiones y menos productos asociados (seguros, tarjetas, planes de pensiones…), lo que permite ahorrarse un buen dinero a la larga.
Un buen ejemplo es el de Bankinter y su marca online Coinc. Según HelpMyCash.com, a través de su marca principal, este banco ofrece una hipoteca fija al 1,30% a 20 años (2,04% TAE), un interés que se consigue a cambio de abrir la Cuenta Nómina, Profesional o No-Nómina, de firmar dos seguros (vida y hogar) y de contratar un plan de pensiones. El préstamo de Coinc, en cambio, tiene un interés del 1,35% a 20 años sin productos asociados (1,61% TAE), así que sale más a cuenta a la larga.
La banca virtual, sin embargo, tiene un talón de Aquiles: es más difícil negociar las condiciones de sus hipotecas. Aunque puede haber excepciones, desde HelpMyCash.com afirman que las entidades online suelen ofrecer unos precios fijos, que raramente se pueden rebajar. Las financieras de toda la vida, en cambio, sí están más dispuestas a acordar algún tipo de mejora si el solicitante ha conseguido ofertas más atractivas de otros bancos o si tiene un buen perfil.
Por este motivo, los expertos de este comparador aconsejan pedir financiación tanto a los bancos virtuales como a los convencionales. De este modo, el cliente puede disponer de un mayor número de opciones, tratar de negociar un mejor precio y quedarse con la oferta que le parezca más atractiva.