Un aspecto clave a la hora de negociar tu salario es tener en cuenta la retención de IRPF que se aplicará en tu caso. Es la forma de saber a ciencia cierta cuál será el sueldo neto que percibirás y, por tanto, si esta cifra es suficiente para cubrir tus necesidades de gasto. Para calcular cuánto te recuenten de IRPF hay que tener en cuenta que se trata de un impuesto progresivo, lo que significa que, cuanto más dinero ganes, más se te retendrá en tu nómina proporcionalmente. ¿Cómo saber cuál es la retención de IRPF que te corresponde?
El IRPF, o lo que es lo mismo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es el principal tributo en cuanto a recaudación en nuestro país, por delante del IVA. Es además uno de los más conocidos, ya que grava de forma directa a cada persona en función de sus ingresos a lo largo del año. Aunque hay excepciones, este impuesto lo pagamos prácticamente todos, incluso cuando nos jubilamos.
Además, una de las notas características de este impuesto es la progresividad: cuanto mayor sea el salario percibido, mayor porcentaje de IRPF deberemos abonar. Ello responde a la idea de redistribución de la renta que envuelve nuestro sistema tributario. Se trata de repartir la riqueza de forma equitativa, corrigiendo desigualdades estructurales, como puede ser las distintas capacidades y calificaciones laborales, razones hereditarias, nivel de educación, azar y discriminación (por sexo, por raza...) o exclusión de ciertas actividades.
Esta progresividad se desarrolla a través de distintas horquillas de ingresos a las que se aplican distintos porcentajes que van a parar a Hacienda, en orden ascendente. Además, es importante saber que el hecho de ’saltar’ de tramo por haber obtenido más ingresos en un ejercicio determinado no significa que el nuevo porcentaje (más elevado) se vaya a aplicar a la totalidad de sus ingresos. Al contrario, la suma comprendida en un tramo determinado tributará por el porcentaje que le corresponda, y la suma restante (dentro del siguiente tramo), lo hará por el nuevo porcentaje (más elevado que el anterior).
Para calcular cuál es la retención de IRPF que te corresponde, deberás tener en cuenta estos tramos (vigentes en 2020):
Así, suponiendo que ganes 65.000 euros, no pagarías un 45 % del total de tus ingresos en concepto de IRPF (es decir, 29.250 euros), sino 20.151,5 euros, basándonos en este cálculo:
Por tanto, aplicando esta fórmula pagarías casi 9.000 euros menos que si se aplicara un 45 % a todo tu salario.
Además, lo habitual es que tu empresa te retenga una suma correspondiente a IRPF cada mes basándote en los ingresos que vas a percibir de ella durante un ejercicio concreto. Si tu sueldo es tu única fuente de ingresos y trabajas durante todo el año para el mismo empleador, lo normal será que tu declaración de la renta quede en tablas. Sin embargo, si has trabajado solo parte del año en esa empresa, has tenido varios empleadores o recibes ingresos fuera de tu nómina, deberás revisar tu situación para no llevarte un susto cuando llegue tu cita anual con Hacienda.
Hay que tener en cuenta que existen otras rentas que se tienen en cuenta a la hora de calcular el IRPF, tales como las obtenidas de un alquiler o una compraventa de vivienda, los beneficios por la venta de acciones, una pensión pública, cualquier inversión, un premio, el dinero fruto de una indemnización...