La gasolina, también el diésel, parece disparada este nuevo año 2022. La primera se vende a 1,7 euros el litro en algunas estaciones de servicio y la segunda llega a 1,5. Pero ¿por qué son tan caros los combustibles en España? ¿Cuánto pagamos de impuestos por cada litro que compramos?
Alrededor de la mitad de lo que pagamos por un litro de combustible –diésel o gasolina- son impuestos. El 52% en el caso de la gasolina y el 48% en el del diésel. Según Autofácil el Gobierno recauda anualmente 21.500 millones de euros por las tasas que graban estos productos.
Son dos los impuestos que gravan los combustibles: el temido IVA y el Impuesto Especial de Hidrocarburos, que tiene dos tramos, uno nacional y otro autonómico. Es decir, lo recaudado por esta tasa se reparte entre Ejecutivo central y las comunidades autónomas.
El IVA que se paga por los combustibles es el normal, el del 21%. Por cada litro de gasolina que echamos pagamos 0,238 en tasas y 0,214 por cada litro de diésel.
Desde enero de 2019, el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), que consta de un tramo general y de un tramo especial. El tramo estatal del IEH se calcula para cada 1.000 litros. Supone 400,69 euros para las gasolinas sin plomo y 307 euros para el gasóleo. En el tramo especial de este impuesto, tanto en el caso de la gasolina como en el diésel, se pagan 72 euros por cada 1.000 litros.
Es decir, el IEH supone 0,473 euros por cada litro de gasolina y 0,379 euros por cada litro de diésel. En conclusión, sumando IVA y IEH, en torno a la mitad de lo que gastamos en gasolina va destinado a impuestos.