La mejora de la situación y el descontrol que se vive cada fin de semana propicia las quejas del sector del ocio nocturno. En Cataluña los propietarios de bares y discotecas insisten en la apertura controlada de sus negocios.
Una representación de ellos, acampados en la plaza de Sant Jaume, llevan 3 días en huelga de hambre para pedir a la Generalitat un trato justo. Insisten en que con la apertura de sus locales se controlaría de forma mucho más eficaz los botellones al aire libre. Una petición a la que se han sumado los Mossos y la Guardia Urbana.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha descartado reabrir el ocio nocturno para evitar un repunte de contagios y ha afirmado que "de momento" no contempla pedir el pasaporte Covid para acceder a bares, locales de ocio o comercios.
Sobre si se plantea aplicar el pasaporte Covid para permitir la entrada en bares, restaurantes, locales de ocio nocturno y comercios, Aragonès ha contestado que "no es planteable, como mínimo de momento".
Ha subrayado que la vacunación todavía está en marcha y que, a diferencia de otros países en los que sí que se ha aplicado esta medida, en Cataluña no hay una "resistencia significativa" a vacunarse, aunque ha dicho que en el único escenario en el que se podría plantear el pasaporte Covid sería en el ocio nocturno.
El Govern ha aprobado en el marco del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) la prórroga del grueso de las restricciones por la pandemia de coronavirus, que entrará en vigor el viernes por un periodo de una semana.
Sin embargo, ha incluido cambios respecto a la última instrucción: amplía el aforo de las actividades teóricas presenciales en universidades al 70% y también incluye el Plan escolar para el curso 21/22, informa el Ejecutivo catalán en un comunicado.
Así, se mantiene una semana más la limitación de las reuniones y encuentros sociales a un máximo de 10 personas tanto en el ámbito público como en el privado, tras recibir el aval del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).