Es uno de esos hombres de la casa que ha ido progresando desde abajo hasta las más altas responsabilidades. Y se ha convertido, a sus 51 años de edad, en uno de los directivos que mejor conoce el mercado de trabajo en nuestro país. Raúl Grijalba, de Logroño, casado y con tres hijos, comenzó desde la base en uno de los mayores grupos de servicios de empleo y recursos humanos del mundo, ManpowerGroup, y actualmente ocupa la presidencia ejecutiva en nuestro país además de ser el responsable de la región mediterránea (España, Portugal, Grecia, Suiza e Israel).
Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Zaragoza, experto en Comercio Internacional por la Universitá di Trento (Italia) y Máster en Márketing Internacional por la École de Commerce Européenne de Burdeos (Francia). Grijalba también es el presidente y principal impulsor de Human Age Institute, una fundación sin ánimo de lucro que cuenta con más de mil empresas involucradas en fomentar la creatividad y la innovación, en contribuir a que las compañías sean más humanistas, y que ha facilitado el acceso al empleo a más de 15.000 jóvenes. Además, en 2019 asumió la presidencia de Forética, la asociación líder en España y Latinoamérica de empresas y profesionales de la responsabilidad social empresarial y la sostenibilidad.
Lleva más de dos décadas ayudando a las empresas de nuestro país a contratar profesionales, a formar a sus plantillas, a introducir nuevas políticas de recursos humanos y a transformarse a través de la tecnología, y analiza para Informativos Telecinco lo que está sucediendo en el mercado de trabajo español desde el inicio de la pandemia, cómo se presenta el próximo año 2021 y los retos que nuestro país, nuestras empresas y sus profesionales tienen por delante para salir adelante convirtiendo la crisis en una oportunidad.
Lo que más nos sorprende no es la destrucción de puestos de trabajo en hostelería, comercio, turismo, espectáculos y cultura, que son los primeros sectores en los que se piensa cuando hablamos del empleo que se está perdiendo. También está sucediendo en actividades como la educación, la formación y los recursos humanos, en los que se han perdido miles de empleos.
Como destacamos hace unos días en la presentación del último Índice MapowerGroup, casi 100.000 pequeñas y medianas empresas han desaparecido hasta ahora en nuestro país en lo que llevamos de crisis, y especialmente ha sucedido entre las más pequeñas, las que tienen menos capacidad financiera y tecnológica. En esto el tamaño importa. El 93% de nuestras pymes algo en lo que nuestro país presenta unas enormes diferencias con el resto de Europa. Es un mal endémico en nuestro país que nos hace más sensibles a la crisis. Porque eso hace a nuestras empresas ser más endebles, menos sofisticadas en cuanto al management y la capacidad de gestión, con más problemas de crédito. Somos el país número 34 del mundo en términos de gestión empresarial.
Hay tres grandes sectores que sobresalen en este sentido. Por un lado, el comercio electrónico y la logística y distribución asociada al crecimiento de las ventas online. Los e-commerce no tenían desarrollada una infraestructura de entrega, especialmente en la denominada última milla, por lo que han tenido que comenzar a contar con muchas pymes que se han convertido en parte de su cadena de valor. Creo que es un sector que se va a ir profesionalizando mucho más de lo que estaba hasta ahora, supone un gran cambio para un país que era más de salir a la calle a hacer las compras. En el año 2020 las contrataciones en logística y distribución han crecido un 35% respecto a las de 2019. En ManpowerGroup España en un solo mes hemos puesto a disposición de nuestras empresas clientes 6.000 trabajadores en el tramo final del año para las campañas de Black Friday y Navidad.
También ha crecido el empleo este año en pymes relacionadas con el sector energético, por el desarrollo de las regulaciones. Las vinculadas a energías renovables por ejemplo han aumentado sus contrataciones, aunque en menor medida que logística y distribución y tecnología.
El tercer sector en el que aumenta el empleo es el de las tecnologías de la información y todo su entorno: todo lo relacionado con ciberseguridad, la nube, infraestructuras y la multicanalidad. Nuestra firma especializada en este ámbito, Experis, se ha colocado en el top ten del país y tenemos 2.500 consultores repartidos en diferentes empresas. En ManpowerGroup recibimos cada semana cien peticiones de nuevos trabajadores por parte de nuestras empresas clientes. De hecho, de cada cuatro puestos de trabajo a cubrir, tres se quedan vacantes por falta de profesionales especializados. Tenemos en España buenos profesionales, pero no suficientes; porque nuestro país se ha colocado en las posiciones cabeceras en Europa en este tipo de servicios.
Ahora se ha producido una explosión mayor desde que comenzó la pandemia, pero era algo que ya venía sucediendo con anterioridad. En algunos puestos más básicos que no requieren tantas habilidades, son necesarias formaciones que no impliquen cuatro o cinco años de estudios, sino que se puedan completar en unos meses; y, a partir de esa base, esos profesionales puedan ir progresando en sus trabajos. Hay una oportunidad en este campo y es una cuestión de país. La FP es un arma importantísima para este objetivo también. Estudios con algo de teoría y sobre todo mucha práctica y con experiencia de aplicación. De esta forma, podremos dar una oportunidad de empleabilidad a muchos profesionales si nos lo proponemos como país.
En tecnologías de la información, sobre todo, especialistas en ciberseguridad, en big data, en cloud computing (computación en la nube), analistas de datos, desarrolladores, programadores. Es algo que ya se sabía, pero que ahora son aún más necesarios por la virtualidad en la que estamos instalados y que a mi juicio va a seguir durante muchos meses. En logística y distribución, repartidores. En marketing y ventas, profesionales con conocimiento sectorial y de producto. Además, de los perfiles de servicios sociales y salud: auxiliares de enfermería, enfermeros, médicos y especialistas. Prácticamente no hay en España ahora capacidad de contratación porque tenemos muchos profesionales que salieron en años anteriores trabajando en diferentes países de Europa.
No pienso que la tecnología destruya puestos de trabajo. La automatización de determinadas funciones hace que algunas tareas se dejen de hacer y un trabajador deba centrarse en labores de mayor valor. Si se tienen capacidades y formación o las empresas facilitan el desarrollo de sus empleados no hay que temer por conservar el puesto de trabajo. Si no, el puesto sí desaparecerá. La solución es dotar a ese puesto de un mayor valor: más servicio, más venta o más experiencia de cliente. Es un reto, pero también una oportunidad.
No lo entiendo como el mero hecho de trabajar en remoto, sino como una virtualidad que permite trabajar desde donde se quiera, que no tiene por qué ser tu casa; cuando se quiera y como se quiera siempre que no baje la productividad. Y esto, yo creo que sí ha llegado para quedarse.
Si realmente cada euro de inversión se usa con un retorno en términos de empleo podemos llevar a cabo por fin una transformación histórica de nuestro país, de nuestras empresas y de nuestros profesionales. Y ello va a requerir un alineamiento total entre las administraciones públicas, el sector privado y la sociedad. Soy optimista en este sentido, en que seamos capaces de utilizar una inversión histórica con foco y resultados en los próximos años.