Aprende el funcionamiento de un fondo de inversión: puedes invertir desde 100 euros
El concepto de fondo de inversión sigue siendo desconocido para muchos: ¿En qué consiste y cómo invertir?
Existen conceptos financieros que escapan al conocimiento de la mayoría de los ciudadanos. Uno de ellos es el de fondo de inversión, un instrumento financiero que, en contra de lo que muchos creen, es apto para todos los públicos, si bien hay que conocer bien su funcionamiento y tomar todas las precauciones antes de lanzarse a invertir. ¿Qué es un fondo de inversión y cómo funciona?
¿Qué es un fondo de inversión?
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Tal y como explican desde Renta 4 Banco, un fondo de Inversión o IIC (Institución de Inversión Colectiva) es un tipo de instrumento financiero apto para cualquier tipo de persona, ya sea un inversor que tenga experiencia o un ahorrador que se haya decidido a dar el paso hacia la inversión.
Los fondos de inversión permiten al inversor obtener una rentabilidad desde cuantías mínimas, pudiendo invertir en un fondo desde 100 euros. Además, este producto se adapta a las necesidades de los inversores, sean cuales sean, obteniendo un rendimiento económico del dinero invertido acorde a sus objetivos de inversión.
El fondo de inversión es un instrumento de ahorro en el que distintas personas a las que denominamos partícipes entregan su dinero para que un equipo de gestores profesionales lo inviertan en una serie de activos financieros con el fin de alcanzar unos objetivos de rentabilidad; empleando sus conocimiento y experiencia en los mercados financieros.
El dinero que se ha recaudado entre todos los partícipes del fondo, al que se le da el nombre de patrimonio, se divide así en participaciones. Cada partícipe tendrá un número de participaciones en función del dinero que haya aportado al fondo de inversión.
Así, el patrimonio del fondo irá variando de forma diaria en función de los nuevos partícipes que entren en el fondo y aquellos que decidan recoger su inversión y vendan sus participaciones. También variará en función de si los activos en los que está invertido el patrimonio consiguen revalorizarse o sufren pérdidas que hagan disminuir su valor.
Fondos de inversión: ¿Cómo funcionan?
Al no tener personalidad jurídica, un fondo de inversión es un producto de inversión que se encuadra en las Instituciones de Inversión Colectiva. Existen ciertas figuras clave en el funcionamiento de un fondo de inversión: el partícipe, la sociedad gestora y la entidad depositaria.
- Partícipe. Se denomina así a cada una de las personas que aporta una parte del capital del fondo y, por tanto, es propietario de él.
- Sociedad gestora. Es la encargada de adoptar las decisiones y política de inversión que regirá el fondo. Además, esta entidad se hace cargo de ejercer la gestión y administración de éste.
- Entidad depositaria. Es la que se encarga de custodiar el patrimonio del fondo. Asume también ciertas funciones de control sobre la actividad de la gestora en beneficio de los partícipes.
En cuanto a su funcionamiento, el inversor elige el fondo de inversión y compra sus participaciones. El precio de las participaciones es lo que se conoce como valor liquidativo del fondo, que es el resultado de dividir el patrimonio del fondo entre el número de participaciones en circulación en cada momento.
Cualquier inversor puede comprar y vender participaciones, en cualquier momento. A la compra de participaciones se denomina suscripción y la venta de participaciones, reembolso. Así, a medida que los inversores compran y venden participaciones, el patrimonio del fondo irá subiendo o bajando. Además de esto, las oscilaciones del valor de mercado de los activos en los que invierte el fondo pueden dar resultados positivos o negativos, haciendo que el patrimonio crezca o disminuya, y en consecuencia el valor liquidativo del fondo sufrirá igualmente oscilaciones al alza o a la baja.
En definitiva, no hay que olvidar que las inversiones en fondos de inversión están sujetas a las fluctuaciones del mercado y otros riesgos inherentes a la inversión en valores, por lo que el valor de adquisición de un fondo y los rendimientos obtenidos pueden experimentar variaciones tanto al alza como a la baja y cabe que un inversor no recupere el importe invertido inicialmente. La CNMV establece niveles de riesgo para cada fondo de inversión, y obliga también a facilitar al inversor el correspondiente folleto informativo y los documentos con los datos fundamentales sobre el fondo.
Algunas cuestiones clave sobre los fondos de inversión
- Si participas en un fondo de inversión a través de tu banco, debes saber que los fondos de inversión no están dentro del balance de la entidad. Por tanto, el banco no puede mover ese dinero o prestarlo de ninguna manera. Del mismo modo, si el banco quiebra, tu dinero no peligrará, ni la entidad podrá usarlo para pagar a otros proveedores.
- El fondo invierte el dinero en activos financieros, de forma que si estos activos sufren pérdidas, el fondo también perderá, y si ocurre lo contrario, se generará una ganancia. Ello es independiente de la buena la mala marcha del banco.
- En determinados casos muy concretos, la gestora de un fondo puede congelar las retiradas de dinero por parte de los partícipes para evitar que salidas masivas perjudiquen al resto de partícipes. Un ejemplo es el de algunos fondos inmobiliarios en España durante la crisis. No es probable que una situación así se de en fondos que inviertan en productos cotizados en mercados regulados. Sí resulta más factible en el caso de fondos que inviertan en activos no líquidos (aquellos que no podemos convertir en dinero en efectivo fácilmente, de forma rápida y a valor de mercado, es decir, sin perder valor o recibir una penalización). Los bienes inmuebles son quizás los activos más ilíquidos que existen.
- Las inversiones en depósitos de los fondos, a diferencia de los partículares, no está protegida por el Fondo de Garantía de Depósitos.