Inma Martínez es una de las científicas más reputadas a nivel mundial sobre Inteligencia Artificial. Esta valenciana criada en Andalucía es, además de profesora invitada en el Imperial College de Londres, miembro del Consejo Asesor del Gobierno de España en Inteligencia Artificial y asesora del Parlamento Europeo y del Gobierno británico en materias de innovación y digitalización. Su libro El futuro de la industria de la automoción. Las fuerzas disruptoras de la Inteligencia Artificial, la analítica de datos y la digitalización explica que “hay Inteligencia Artificial en los coches desde los años 80” y cómo el sector de la automoción “se vuelca en crear seguridad, un mundo mejor y con menos CO2”.
Pregunta: Su primer libro versó sobre la explotación del espacio exterior y ahora vuelve su mirada a los automóviles. ¿Por qué este salto?
Respuesta: En 2018 me apasionó tanto descubrir que las agencias espaciales se han convertido en entidades comerciales prácticamente al 90%, que cuando yo les propuse el tema a Deusto les encantó. Y sobre el nuevo libro yo en diferentes momentos de mi carrera he trabajado en proyectos de innovación con la industria del automóvil, soy muy fan de la Fórmula 1 y venía de trabajar en ella en la temporada 2019, estaba inmersa en un proyecto para Audi y tenía muy a flor de piel la super transformación que está sufriendo esta industria. Justo entonces la editorial Apress me contactó y yo les propuse escribir un libro sobre la próxima disrupción, que es esta industria que ya no va de transporte. Y efectivamente el libro ya se puede encargar y se encontrará en tiendas a partir del 20 de junio.
P: ¿Qué nos explica en él?
R: En primer lugar decir que no está dirigido a especialistas, porque siempre me ha gustado escribir para las personas, para que lo entienda todo el mundo. Y en él se habla mucho de cómo va a ser la industria del automóvil en un “mundo 5G”. Pero también he hecho mucho hincapié en el aspecto del márketing ya que por alguna razón los seres humanos sentimos una fuerte conexión con nuestro coche, sentimos que es un reflejo de nuestra personalidad. Toco el tema de en qué se van a basar ahora las marcas para venderte un coche, para que te sea atractivo. Porque esta industria ya no va de transporte, entonces ¿de qué va esto?. Y hago pronósticos y previsiones y hablo mucho de innovación. Me pregunto por qué esta industria que tiene más de 100 años de historia es tan potente y tan innovadora y ha roto tantas barreras de transformación.
P: ¿Y por qué ha sido capaz de ser siempre tan rupturista?
R: Porque tiene un ADN muy interesante que le ha permitido avanzar a un múltiplo de innovación más rápido que otras industrias. Lo explico haciendo un recorrido por la historia de la innovación y revelo muchas cosas que han pasado por debajo del radar.
P: ¿Nos puede desvelar aquí alguna?
R: Por ejemplo que los primeros cincuenta años esta industria fue de motores y combustible, pero llegó Bosch con su ignición electrónica y a partir de ahí comenzó la entrada masiva de la electrónica en el coche. Mucha gente no se da cuenta, pero hay infinidad de sistemas en el coche que son electrónicos. Ahora el coche es un mundo de sensores. Y por ejemplo la industria del Internet de las cosas, ¿dónde ha visto su esplendor? Pues en los automóviles. Antes cuento que hay sistemas de Inteligencia Artificial en los coches desde los años 80. Porque hay ocasiones en las que el coche toma el control por encima de lo que estemos haciendo nosotros y la gente no lo sabe.
P: Pónganos un ejemplo.
R: Por ejemplo, desde los años 80 si vas conduciendo y llegas a una curva demasiado subido de vueltas, la tendencia humana es a frenar. Pero eso muchas veces no es lo que conviene hacer. En los 80 ya las marcas de lujo comenzaron a montar sistemas para que el coche no aplique los frenos porque sería causa de un accidente. Entonces el control de tracción, la ayuda a la frenada toman el control, pero las marcas no te lo han dicho. Nos han dicho que los coches son más seguros, pero no nos han contado que esos sistemas nos están sustituyendo, están tomando el control en determinadas circunstancias.
P: ¿Y en cuanto a las predicciones que nos espera con el coche eléctrico?
R: Por ejemplo que las energéticas van a empezar a cobrarle a la gente no por el consumo que tenga en su casa, sino por el acceso a la red de recarga. Porque si tú tienes mucha carga en la batería y la vuelcas a la red un determinado número de veces al mes, algunas compañías como Endesa X por ejemplo, te van a bonificar con un descuento en la electricidad de tu casa. Y ese va a ser un gran argumento de venta y una gran razón de compra para muchos usuarios: el poder con su coche, no sólo ahorrar dinero en combustible, sino también en la factura de electricidad del hogar. Este V2G (Vehículo a la red de “Vehicle to Grid”) va a ser el gran potenciador de ventas.
P: El cambio de negocio va a ser muy grande...
R: El otro gran bombazo es que el Grupo Volkswagen ha sacado sus modelos eléctricos en septiembre de 2020 pero en forma de leasing porque ya no te quieren vender coches. Saben que con los coches eléctricos no tienen el mismo retorno que con uno de combustión. Antes te vendían un coche y luego se pasaban varios años vendiéndote revisiones y piezas. Y ahora están vendiendo movilidad como servicio. Estos son modelos económicos disruptores en los que va a haber una creatividad increíble, van a transformar esta industria. Y ya estamos comenzando a ver cómo van a progresar.
P: ¿La IA nos complementa o nos sustituye?
R: La IA brilla en automatización y precisión, que es donde nosotros más fallamos. Por ejemplo, el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real. En cambio no funciona en asuntos que requieran creatividad, imaginación, resolución de problemas. En esta zona es en donde se está creando mucha innovación. Por ejemplo, un sistema de IA no hubiera imaginado un sistema de transporte como servicio porque hay muchas variables poco exactas, como las culturales. Lo que pasa en las empresas que usan IA es que los problemas que tienen que resolver son los más reales, los de las personas.
P: ¿Podría la IA dirigir el tráfico de una ciudad?
R: Sí. Los semáforos actuales tienen una tecnología de automatización del año 72, muy atrasada. ¿Qué peatón no se ha visto parado en un semáforo en rojo cuando no venía ni un solo coche por ningún lado?. En los cruces se generan muchos accidentes de tráfico y problemas para la Seguridad Vial. Y todo esto, la iluminación y otros aspectos, se va a automatizar con Inteligencia Artificial para que estés parado lo mínimo posible.
P: ¿Dónde va a residir físicamente la IA en el coche, en un centro de control, en las infraestructuras...?
R: Estará en todo. Un ejemplo. Antes las señales de tráfico te hacían parar; ahora van a hacerte fluir. Le van a decir a tu coche “reduce de 30 km/h a 20 km/h para que cuando llegues al cruce lo atravieses sin tener que parar” o “cámbiate de carril, porque hay camiones por la derecha que están ralentizando el tráfico”. El coche se va a robotizar a medida que tú te vas acercando a la ciudad para que el tráfico sea fluido.
P: ¿Podría llegar el caso de que el coche te secuestre secuestrey te lleve a un sitio que no le hemos pedido porque comprenda que es la mejor solución?
R: Si ha habido un accidente o hay un atasco, el coche te consultará por si quieres redirigir la ruta. En paralelo, estos sistemas en cuanto hay un accidente ya avisan al hospital, la ambulancia sabe exactamente tu localización y no pierde tiempo buscándote... Los coches van a cuidarte muchísimo más porque van a tener información -que antes tú no tenías- de lo que está ocurriendo 20 km más allá en tu camino.
P: Hay un solape de tecnologías, entre el 5G, y la Inteligencia Artificial. ¿Funciona mejor si todo esto está integrado?
R: Sí, porque para que todo esto funcione se necesita la red 5G. Las antenas de 3G y de 4G estaban hechas para dar conectividad solo a móviles, son tecnologías antiguas. El espectro sube de tener 600 megahercios a ofrecer 100 gigahercios y será capaz de sostener todo lo que se conecte a ella, que va a ser todo: los coches, los móviles, los electrodomésticos, los sensores de las carreteras... El mundo que se nos echa encima es el mundo de “todo conectado”.
P: ¿Cuándo va a llegar el coche autónomo?
R: La clave estará en la regulación, el asunto legal, porque pruebas ya hay muchas. Y se está avanzando mucho. Sin embargo, la ciudad es un territorio complicado porque no está sensorizada. Así que un coche automatizado de Nivel 5 -el máximo- no puede ir solo por el mundo en ella. El coche no podrá meterse en la ciudad pretendiendo una total autonomía hasta que ésta no esté sensorizada y sincronizada.
P: ¿Nos ayudará la IA a tomar decisiones de tráfico éticas en algún momento?
R: Se está trabajando en ello ahora, ya que se tiene claro que la IA se tiene que poner a disposición de la sociedad desde el punto de vista de un comportamiento ético. La inteligencia artificial ha sido programada desde sus inicios para salvar vidas. Y toda la digitalización del automóvil se está haciendo siguiendo un mantra de protección y seguridad para el ser humano. ¿En el futuro se le va a meter un aprendizaje en el que por ejemplo elija entre una persona mayor y un niño en caso de accidente? No se va a hacer, sería actuar con la mano de Dios.
P: ¿Qué opinión tiene de la industria automotriz tras tantos años de trabajo con ella?
R: Pues en este libro explico que vamos hacia una sociedad que aunque vaya a ser muy tecnológica, también va a ser muy ética. En él, el sector de la automoción se está esforzando mucho por crear seguridad y un mundo mejor y también con menos contaminación. Me he encontrado desde hace años con gente muy talentosa que lo da todo en el día a día, del ejecutivo a la fábrica, con un amor propio y una profesionalidad de altísimo nivel. Gente con auténtica devoción por lo que hace.