Queda mucho trabajo por delante en cuanto a la implantación definitiva de las energías renovables como alternativa limpia a otras fuentes tradicionales (como el petróleo), tanto en España como en la mayoría de países del mundo. Sin embargo, cada vez se dan más pasos en el buen sentido y, en cuanto al uso de las energías renovables y tipología en España, el pasado 2019 fue un gran año: de un lado, se cerró el ejercicio con un récord de emisiones a la baja, siendo el año en que generar electricidad en nuestro país fue más limpio. De otro, fue también el año del resurgir de la industria renovable, con récord de nueva potencia instalada (especialmente en solar y eólica).
Además, en total, las tecnologías renovables aportaron el pasado 2019 el 36,8 por ciento de la generación total en nuestro país en 2019, un dato inferior al 38,5 por ciento de 2018, pero basado en algo tan natural como la variabilidad de estas fuentes de energía, que dependen de las condiciones externas. Las sequías han sido las grandes responsables de este ‘bajón’, que ha afectado principalmente a la energía hidráulica. Si además contamos a la generación nuclear, las tecnologías que no emiten CO₂ han aportado el 58,6 por ciento de la generación total, también por algo debajo del 59,7 por ciento obtenido en 2018. ¿Cuáles son las energías renovables en España y cómo se distribuyen?
Para comprender el mapa de las energías renovables en España es importante tener claro este concepto, así como los tipos de energías renovables que existen. En general, se consideran energías renovables aquellas fuentes de energía que se basan en el uso de recursos naturales, como el sol, el agua, el viento, la biomasa vegetal o animal… No acuden a combustibles fósiles, sino a recursos naturales capaces de renovarse de forma ilimitada.
Entre sus grandes ventajas se encuentra su escaso impacto ambiental, ya que no generan contaminantes. Las conocidas como energías alternativas o energías verdes también presentan ventajas como ayudar a potenciar el autoconsumo, resultar beneficiosas para el medio ambiente, ser gratuitas e inagotables, poder llegar a lugares aislados, y constituir un plus para alcanzar la independencia energética.
En cuanto a cuáles son los tipos de energía renovable producidas en España, aunque algunas son muy conocidas, otras no lo son tanto y pueden marcar la diferencia en el futuro en nuestra lucha por un mundo más sostenible. Estas son las fuentes de energía renovable que conocemos a día de hoy:
En términos de potencia instalada por comunidades autónomas, según el registro que realiza la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), la capacidad total de las energías renovables del antiguo régimen especial (sin tener en cuenta la gran hidráulica) se situó en 2018 en 32.995 MW. Esta cifra permanece prácticamente estancada desde 2013 y se espera que, en el corto plazo, experimente un importante crecimiento debido a la gran cantidad de proyectos que se encuentran en instalación.
Por tecnologías, la eólica alcanzó los 23.148 MW instalados, siendo la primera tecnología en cuanto a potencia instalada con una cuota del 70,2 por ciento, seguida de la solar fotovoltaica con 4.699 MW (14,2 por ciento), la solar termoeléctrica con 2.299 MW (7 por ciento), la minihidráulica con 2.094 MW (6,3 por ciento) y la biomasa con 750 MW (2,3 por ciento).
Por comunidades autónomas, la mayor potencia renovable instalada correspondió, por este orden, a Castilla y León, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia. Estas cuatro comunidades representan cerca de las dos terceras partes (64,8 por ciento) del total de potencia instalada renovable en España a finales de 2018.
Le siguen, por este orden, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Navarra, Murcia, Asturias, La Rioja, Canarias, País Vasco, Madrid, Cantabria y Baleares, con cifras que oscilan desde los 5.589 MW de Andalucía Hasta los 84 de Baleares.
La energía eólica es la principal fuente de energía renovable de todas las comunidades autónomas, con la excepción de Extremadura, donde predominan la energía solar fotovoltaica y la solar termoeléctrica.