Una vez que se forma parte del mercado laboral estamos expuesto a que nuestro empleador decida dejar de contar con nuestros servicios. Es en ese momento cuando aparecen las dudas y preguntas, y una de las habituales es la del tiempo que deben darnos antes de dejarnos sin trabajo.
El proceso de despido en España está regulado por el Estatuto de los Trabajadores y otras normativas laborales que determinan cuándo es obligatorio un tiempo de preaviso. Sin embargo, la necesidad de preavisar depende del tipo de despido al que se enfrente un trabajador, y las reglas varían según las circunstancias del despido.
Si una empresa no cumple con el periodo de preaviso obligatorio, deberá compensar al trabajador pagando el salario correspondiente a los días de preaviso que no se hayan dado. Es decir, si el preaviso debía ser de 15 días pero solo se da 5 días de aviso, la empresa debe abonar al trabajador el salario equivalente a los 10 días restantes en el finiquito.
Es importante destacar que la falta de preaviso no convierte el despido en improcedente. La empresa puede compensar al trabajador por la falta de preaviso sin que eso afecte la legalidad del despido, siempre que se pague la cantidad correspondiente.
En los contratos temporales que superen el año de duración, la ley también exige un preaviso de 15 días si no se va a renovar el contrato. Sin embargo, en contratos de menos de un año, no es necesario notificar el despido con antelación.
El preaviso en los despidos es una herramienta legal importante, pero no siempre es obligatorio. En los casos de despido objetivo o colectivo, el preaviso es fundamental, mientras que en los despidos disciplinarios no se requiere. Si la empresa incumple el preaviso, debe compensar al trabajador por los días no notificados. El trabajador, por su parte, debe estar informado de sus derechos y de las opciones que tiene para reclamar en caso de que la empresa no cumpla con sus obligaciones.