Hoy en día existen múltiples maneras de mover dinero de un lugar a otro, muchas de ellas casi en tiempo real, como es el caso de Bizum o los pagos a través del móvil, que se suman a las transferencias de siempre y a los ingresos en cajeros u oficinas bancarias. Pero no todo vale y Hacienda puede controlar estos movimientos cuando la suma sea elevada, ya que estos traspasos de dinero puedan considerarse una donación, o bien tener un origen fraudulento e incluso ilegal. Por eso es importante conocer los límites que existen, evitando así problemas legales. ¿Cuánto dinero se puede ingresar al mes sin justificar?
Hacienda no controla todos los movimientos bancarios que realizamos de una cuenta a otra, al menos no los de pequeño importe: un regalo de boda, el pago compartido de unas vacaciones, una pequeña ayuda a un familiar o amigo... No es habitual que el Fisco preste atención a movimientos de 100 o 200 euros de una cuenta a otra que conste a nombre de otra persona, a pesar de que, en teoría, estos movimientos constituyen una donación, sea cual sea su importe.
Sin embargo, las alertas pueden saltar a partir de ciertas sumas. Se trata de una forma de luchar contra la economía sumergida y el blanqueo de capitales, así como de detectar posibles operaciones que deberían tributar como donación. Se dice que a partir de los 500 euros es posible que la Agencia Tributaria preste atención y que una transferencia de 3.000 euros o más obligará a esta institución a dar explicaciones sobre la cantidad y el motivo por el que se realiza dicha transferencia.
Además, existe un límite de 1.000 euros a los pagos en metálico, una medida que, al igual que la anterior, se enmarca en la prevención del blanqueo de capitales y en la lucha otra el fraude. Los movimientos con billetes de 500 euros también se encuentran muy vigilados por Hacienda.
Todas estas normas siguen llevándonos a un escenario de generalización de los pagos electrónicos, que resultan fáciles de trazar y registrar. De hecho, la noma que marca un límite de 1.000 euros a los pagos en efectivo fue aprobada el pasado 2020 para entrar en vigor en julio de 2021. Así, desde el pasado verano opera un límite muy inferior al establecido previamente, de 2.500 euros para cualquier pago en metálico, y todo indica que esta tendencia seguirá estrechando el cerco sobre los movimientos en efectivo.
En cuanto a la posibilidad de mantener dinero guardado en casa, nada nos impide hacerlo, siempre que su origen sea legítimo y se encuentre declarado. Sin embargo, te expondrás al límite vigente a los pagos en efectivo.
Tampoco hay que dejar de valorar el efecto de la inflación en el valor de nuestro dinero: mantener los ahorros bajo el colchón o en una cuenta bancaria provocará que la suma ahorrada pierda valor con el tiempo, especialmente en el contexto actual. Por eso puede ser un buen momento para invertir el dinero que no necesitemos en algún producto que ofrezca cierta rentabilidad de forma segura.
Si, además, decidieras ingresar en el banco el dinero que tienes en casa, es posible que te enfrentes a problemas con Hacienda, ya que deberás ser capaz de demostrar que su origen es legal. Esto es más sencillo cuando pasa poco tiempo entre movimientos pero, a medida que pasen las semanas o meses, esa correlación será más difícil de probar, al haber sacado esas cantidades del circuito bancario.
Por si acaso, conserva recibos o cualquier documento de prueba, o simplemente mantén tu dinero en tu cuenta bancaria para evitar que tome la calificación de ganancia patrimonial no justificada y tengas que volver a tributar por él en tu IRPF.