Si estás pensando en invertir en un coche eléctrico, seguro que te preguntas cuánto dinero puede suponer su mantenimiento y si ahorrarás algo (o todo lo contrario) con este cambio. En principio, el mantenimiento de estos vehículos suele ser más sencillo, pero es importante valorar todos los costes asociados a su uso antes de lanzarnos a la compra, asegurándonos de que mantenerlo no suponga un exceso por encima de nuestras posibilidades. ¿Cuánto cuesta el mantenimiento de un coche eléctrico?
Plantearse cuánto cuesta el mantenimiento de un coche es siempre buena idea, especialmente si se trata de un coche eléctrico y es la primera vez que adquirimos un vehículo de este tipo. Normalmente esta clase de coche resulta más caro y ello nos puede llevar a pensar que su mantenimiento también lo será. Sin embargo, tal y como recuerdan desde AutoBild, su funcionamiento suele ser más sencillo e implica menos piezas, por lo que es probable que también se generen menos fallos que impliquen un desembolso de dinero.
Con todo, el coste asociado al mantenimiento dependerá de muchos factores, y la escasez de talleres o de maquinaria para sus revisiones juegan, al menos por ahora, en tu contra, encareciendo las revisiones y puestas a punto.
Existen elementos cuyo mantenimiento no variará con respecto a un coche tradicional, como los neumáticos. Sin embargo, otros muchos componentes de un coche de toda la vida desaparecen en el eléctrico: es el caso del filtro de aire, filtro de combustible, aceite del motor y filtro, bujías, precalentados, embrague, tubo de escape y correa de distribución. Todos estos elementos pueden suponer una importante factura en caso de reparación, por lo que, en este sentido, nos quitamos un peso importante, que puede suponer un ahorro del 20 por ciento en mantenimiento.
Eso sí, tendremos que revisar otras piezas puntualmente, así como realizar sustituciones cuando sea necesario. En la lista de elementos a los que presta atención en caso de adquirir un coche eléctrico encontramos los mencionados neumáticos y también el filtro del habitáculo, los amortiguadores, los aislamientos, la dirección, las escobillas del limpiaparabrisas, el líquido de frenos, las pastillas y discos de freno, la batería y el líquido refrigerante.
Para todos ellos, el coste de mantenimiento variará en función de la marca y del calibre de la reparación, aunque se dice que neumáticos, amortiguadores o filtro del habitáculo suponen un coste similar al de los que encontramos en coches de combustión. En el caso de los frenos, además, se da la ventaja de que éstos se gastan casi la mitad en los coches eléctricos con respecto a los de combustión.
La batería es probablemente el elemento que más sustos económicos puede provocar en el caso del coche eléctrico: por eso quizás sea bueno informarte acerca de su vida útil aproximada y el coste de sustitución que puedes esperar. En general, suelen tener una garantía de entre 5 y 8 años y una vida útil de entre los 160.000 y los 200.000 km.