El precio de la gasolina se dispara: trucos y consejos para ahorrar combustible
El precio del combustible sigue su escalada, agravada a raíz del estallido de la guerra en Ucrania
La mejor forma de amortiguar el impacto de este alza es recurrir a técnicas de conducción eficiente
Este tipo de conducción se caracteriza por optimizar el uso de carburante para reducir su consumo
La escalada del precio del combustible sigue su curso y promete acompañarnos en el futuro, más aún desde el estallido de la guerra en Ucrania, cuyas consecuencias económicas arrastran a la economía española. Rusia es el tercer exportador de crudo del mundo, tan solo por detrás de Arabia Saudí y Estados Unidos y, aunque la dependencia de España del crudo ruso es reducida, el aumento de precios global seguirá afectando al país: por primera vez en ocho años, el petróleo supera los 100 dólares por barril. Para reducir el impacto de esta escalada en el precio del carburante, toma nota de estos consejos para ahorrar gasolina.
Los mejores consejos prácticos para ahorrar gasolina
MÁS
El concepto de conducción eficiente es básico cuando se trata de ahorrar gasolina: consiste en una serie de técnicas que nos permiten sacar más partido al combustible mientras alargamos la vida útil de nuestro vehículo y, de paso, cuidamos del medio ambiente. Y es que cuanto más eficiente sea nuestro uso de carburante, menos contaminación generaremos al desplazarnos en forma de dióxido de carbono y otros gases nocivos.
La propia Dirección General de Tráfico (DGT) se ha centrado, de un tiempo a esta parte, en promocionar este término y comunicar a los ciudadanos ciertas técnicas de estilo de conducción menos perjudiciales. Tal y como recuerda la DGT, el estilo de conducción influye mucho en el consumo de cualquier automóvil: ciertas costumbres aumentan el gasto en el combustible e incluso provocan el deterioro prematuro de los vehículos.
Toma nota de estos consejos para reducir tu consumo de gasolina:
- Aire acondicionado o climatizado. Es uno de los accesorios que más incrementa el consumo de combustible. Evita utilizarlo cuando no sea necesario y utilízalo para crear una temperatura adecuada, no excesivamente fría.
- Ventanillas bajadas. Conducir con las ventanillas bajadas provoca un aumento de la oposición al movimiento del vehículo. Ante la duda, es mejor refrescar el coche usando aire acondicionado que bajando las ventanillas. Eso sí, cuando circules en ciudad y a reducida velocidad, es mejor refrescar el coche de forma natural.
- Mantenimiento del vehículo. Debes intentar detectar posibles averías en el motor que produzcan aumentos en el consumo y un consecuente mayor grado de emisiones contaminantes. Controla también niveles y filtros, la presión de los neumáticos (si es baja, el motor tendrá que trabajar más para mantener en movimiento el vehículo) y la distribución de la carga (debe ser homogénea para que la adherencia en el eje delantero no se vea disminuida).
- Forma de arrancar. Hazlo sin pisar el acelerador. En los motores diésel, espera unos segundos antes de iniciar la marcha para que el aceite llegará en condiciones adecuadas a la zona de lubricación. Si tu coche es de gasolina, la marcha debe iniciarse inmediatamente después de arrancar el motor.
- Cambio de marcha. Es recomendable cambiar lo antes posible a segunda una vez que hayas arrancado. También circular el mayor tiempo posible en las marchas más largas y a bajas revoluciones, de forma que el vehículo consuma menos, pero sin pasarte: un coche de gasolina nunca debe circular por debajo de las 1.500 revoluciones por minuto y, en el caso de los motores diésel, de 1.200.
- Conducción fluida. Cuanto menos brusca sea la conducción, menos gasolina gastarás. Evita los frenazos y acelerones, y utiliza el freno motor en la medida de lo posible, anticipándote también a posibles obstáculos o detenciones y manteniendo la distancia de seguridad.
- Tramos con pendientes. Si son descendientes, levanta el pie del acelerador sin reducir de marcha y deja bajar al coche por su propia inercia. Acelera solo lo justo para conseguir la velocidad que necesites y nunca bajes en punto muerto, ya que ello incrementa el consumo, además de ser muy peligroso. Si la pendiente es ascendente, intenta ir en la marcha más elevada posible, aunque tengas que pisar más el acelerador.
- En las curvas. Adapta la velocidad del vehículo antes de entrar a la curva: deja de acelerar y utiliza el freno motor. Reduce marcha si es necesario. Lo mismo se aplica a las rotondas.
- Paradas durante la marcha. Se recomienda que, en paradas superiores a 60 segundos, apaguemos el motor.
- Adelantamientos. Antes de adelantar hay que pensar en si es funcional hacerlo: el consumo de combustible se dispara con este movimiento, por lo que no siempre merece la pena.
Por último, no olvides que es un mito que conducir con el tanque casi vacío ayude a gastar menos combustible: cuanto más vacío se encuentre el depósito, más fácilmente se evaporará el combustible, gastándose antes. Ante la duda, mantenlo lleno y elige repostar antes de que quede poca cantidad. No te preocupes por el peso de este líquido: esto solo influiría de forma relevante en el consumo de tu vehículo si estuvieras participando en una carrera de alta velocidad, pero se trata de algo insignificante en tu conducción diaria.