Trabajar cuatro días a la semana puede ser una realidad en breve en España. El Ministerio de Industria ha aceptado una propuesta de Más País para probar en empresas las ventajas e inconvenientes de esta jornada laboral. A la espera de los datos, ya hay empresarios en nuestro país que han apostado por esta modalidad. Sus experiencias demuestran que no solo es posible sino que gracias a este cambio han logrado sobrevivir en plena pandemia ganando dinero y, lo que más importante, contratando a más personal.
El proyecto piloto de la formación liderada por Íñigo Errejón contará con un presupuesto de 50 millones que se desarrollará a través del Ministerio de Industria. Héctor Tejero, coordinador político de Más País en el Congreso de los Diputados, lo describe como una prueba que servirá para ver "cómo funciona y a partir de ahí, avanzar". Su partido tiene claro que es algo que "no se puede hacer por decreto porque cada sector necesita su tiempo para hacer estas transformaciones".
Por ello cree que "nadie debería ver esta propuesta como un riesgo o una amenaza. Se trata de una apuesta por la mejora y la innovación no en base a la reducción de los costes laborales, sino para mejorar su capacidad productiva".
Pero la verdad es que Más País no esconde de que en el medio o largo plazo la formación espera que se llegue a un cambio en la regulación de la jornada laboral en esta dirección: "para eso es esta experiencia piloto", aunque reconoce que "hace falta tiempo, avanzar sector a sector y modificar muchas cosas para lograr que el tiempo de trabajo se reduzca para todos los trabajos".
Pero no todos los sectores sociales están igual de implicados en esta propuesta. La CEOE cree que aún es pronto para abordar este cambio en nuestra legislación laboral y esperan que sea el Gobierno el que lo lleve a la mesa de diálogo social para empezar a estudiarlo. Mientras tanto, algunos de sus portavoces ya lo han calificado de "ocurrencia" en un momento en el que la pandemia castiga a la economía española de forma singular.
Por otros motivos, la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz se preguntaba en un encuentro con periodistas de qué sirve una jornada laboral de cuatro días si en esos días se trabaja doce horas. "Es una propuesta rígida y creo que el gran debate es el del uso del tiempo, de la vida, del trabajo, de las ciudades, de descanso y de poder desarrollarnos como seres humanos", afirmaba.
Para la ministra, "en el siglo XX definíamos nuestra vida y residencia por el tiempo de trabajo, ahora debe ser al revés. Unas condiciones rígidas no valen", concluía.
Quienes no tienen dudas sobre el futuro inmediato de esta propuesta son los representantes de PSOE y los sindicatos UGT y CC. OO. Toni Ferrer, responsable de empleo del PSOE, cree que sí se verá en España en los próximos años una jornada de cuatro días, al igual que lo cree Álvarez. El máximo representante de UGT considera que "el mundo no se va a poder mantener sin una reducción de la jornada de trabajo".
"Es absolutamente imprescindible ir a la reducción del tiempo de trabajo y empezaremos a verlo muy pronto, seguramente en los próximos dos años", según Álvarez.
Unai Sordo, de CC. OO., piensa que la jornada laboral de cuatro días se verá en determinadas empresas y sectores, pero no en el conjunto de la economía española. "El debate de la jornada tendrá más que ver con a distribución del tiempo de trabajo".
María Álvarez y José María Mallenco representan a dos empresas que han implantado esta modalidad de semana laboral en sus empresas con notable éxito. Álvarez es cofundadora de la cadena de restaurante 'La Francachela mientras que Mallenco dirige la comunicación de la empresa de software 'Delsol'.
Los dos pertenecen a dos sectores muy diferentes de la economía española, pero tienen algo en común que ha hecho posible que sus trabajadores trabajen solo cuatro días a la semana con el mismo sueldo: la modernización.
María es una empresaria comprometida con este hito laboral, tanto que ha montado una plataforma denominada '4Suma' cuyo objetivo es convencer a los agentes sociales de la necesidad de "reducir la jornada laboral a un máximo de 4 días para conciliar, aliviar los servicios públicos como el transporte y reducir el riesgo de transmisión". La suya es una labor de proselitismo avalada por el ejemplo de 'La Francachela' porque, como asegura, "esta iniciativa nos ha salvado el año y ha salvado a la empresa".
Para esta empresaria madrileña, la clave del éxito radica en la modernización de las empresas y la introducción de la tecnología en los procesos productivos. "Lo que hemos hecho --afirma--, ha sido pasar de un modelo de negocio muy tradicional de la hostelería a pasar a un modelo de negocio muy eficiente mediante la introducción de determinadas tecnologías, algunas en la gestión interna y otras en la externa de forma que ahora nuestros cliente pueden pedir a través del móvil desde la mesa, lo que nos ha permitido un modelo de negocio mucho más eficiente y flexible para adaptarnos a todos estos cambios derivados de las restricciones".
La experiencia de la empresa jiennense 'Delsol' ha sido portada en numerosos medios de comunicación desde que el 2 de enero de 2020 implantaran la semana de cuatro días. Juan Antonio Mallenco, su responsable de comunicación, lo tiene claro: "para mí sería mucho más doloroso que me quitasen el viernes a que me rebajaran dinero porque todos valoramos el tiempo más que el dinero".
Este "salario emocional" es lo que más valoran los trabajadores de 'Delsol'. La empresa preparó durante todo un año su estrategia para adoptar esta medida. Con la implicación de todos los departamentos valoraron las ventajas e inconvenientes hasta asegurarse que trabajar cuatro días a la semana no afectaría a su productividad sino que, al contrario, la aumentaría.
Un año después de implementarla, 'Delsol' no solo ha contratado a una treintena más de trabajadores, sino que han cumplido sobradamente los objetivos empresariales de producción. Su firma se ha convertido en un referente nacional e internacional, algo que está detrás del aumento del sentimiento de orgullo de la plantilla por trabajar en ella y que provoca, por ejemplo que los índices de absentismo laboral hayan descendido a mínimos a pesar de eran antes muy bajos.
El convenio colectivo de esta empresa es lo más parecido a una carta a los reyes magos laboral: jornada intensiva en verano, seguro médico, piscina, horas para atender a la familia, becas... El resultado de este esfuerzo por poner al trabajador en el centro del interés de la empresa la ha convertido en un gran polo de atracción para el talento laboral del sector.
En 2019 se cumplió un siglo de la aprobación en España de la jornada laboral de 8 horas, seis días a la semana. Ahora parece excesivo, pero hasta ese momento la falta de una regulación convertía el trabajo en algo más parecido a la esclavitud que a la realización personal. Nuestro país fue el segundo en Europa en implantarlo, después de Rusia. En nuestro caso, una huelga en Barcelona fue el desencadenante que forzó al Conde de Romanones a probar la ley que lo sancionaba.
Pedro César Martínez, director del Máster en Recursos Humanos de ICADE Business School, recuerda este hecho y apunta a que, "para algunos críticos este modelo está agotado". Este experto reconoce que "no se entiende que si ahora hago un 20 por ciento menos de trabajo vaya a cobrar lo mismo", y apunta a que "la ganancia de productividad no solo se obtendrá por ello", por lo que "solo se podrá generar más trabajo en algunos sectores y en otros no será posible".
Martínez coincide con los responsables de 'La Francachela' y 'Delsol' en que la clave de todo este proceso está en la necesidad de "avanzar en la tecnologización de las empresas, algo que nos permitirá perder menos tiempo" y recuerda que "la pandemia y el teletrabajo nos han enseñado como ganar productividad. Antes dedicábamos horas en desplazamientos para entrevistas y ahora las realizas en segundos mediante herramientas de videoconferencia".
María José López Álvarez, es profesora de Derecho del Trabajo y seguridad Social en la Universidad de Comillas, ICADE. Para esta experta, el mundo laboral camina en esta dirección aunque no tiene claro que la mejor forma para garantizar la conciliación laboral y familiar sea la semana de cuatro días. En un mercado tan rígido, quizás fuese mejor avanzar por el camino de la flexibilidad de horarios, algo que a su entender, facilitaría la atención entre los miembros de la familia.
Desde Más País, esta otra forma de ver la reducción de jornada también es posible, porque según Héctor Tejero, "esto es uno de los objetivos de este estudio porque habrá empresas o sectores que les vendrá mejor una fórmula u otra. Nosotros somos flexibles en ello. Hay mucho debate sobre lo que es mejor si un día menos u horas menos. Hay que verlo desde la perspectiva de la conciliación, la salud mental o el medio ambiente. Por eso buscamos saber que es lo mejor y que empresas pueden adaptarse", concluye.